Amigo inseparable de Dickens y uno de los más grandes autores de la literatura universal, Wilkie Collins es considerado como uno de los precursores y pioneros de la novela policíaca, y estas magistrales y divertidas Confesiones de un bribón son una clara muestra de ello.Confesiones de un bribón narra en primera persona las desventuras de Francis, un muchacho de la alta sociedad londinense que tras abandonar la carrera de medicina iniciada para agradar a su señor padre, el doctor Mortimer, se dedicará al arte de la caricatura y la sátira. Dicho arte hará peligrarla sacrosanta reputación familiar e incluso la boda de su finísima hermana Arabela con Batterbury, hombre de inmensa fortuna y con un pie en el más allá. El joven bribón cargado de deudas y perseguido por sus acreedores se verá de pronto en la cárcel. Excarcelado por insolvente, Francis continúa explotando su"innato talento artístico"como falsificador de cuadros, como fabricante de moneda falsa...Confesiones de un bribón posee una trama compleja y bien elaborada, una brillante construcción de personajes y un constante despliegue de ambigüedades intrigantes, irónicas y divertidas. Todo, expresado con una fina y divertida ironía al servicio de la crítica más voraz y despiadada a algunos usos y costumbres de la puritana sociedad victoriana. El mismo autor decía que esta obra no contiene dos momentos serios seguidos.
Es sorprendente cómo en tan pocas páginas Collins consigue contar tantas cosas. Y no es que sea una narración precipitada ni atropellada. Toda fluye con una sorprendente naturalidad. Un argumento complejo, bien resuelto. Unos personajes bien trazados, hasta los que representan un papel cortito, como uno al que Francis conoce en la cárcel, el Caballero Webster, que le dará unas importantes lecciones para la vida. Tampoco deja cabos sueltos al final, pues en las últimas páginas, con muy pocas pinceladas, se nos da cuenta del destino de los personajes que han ido actuando. Especialmente divertido será el de su hermana Arabela y su cuñado Batterbury.Una excelente novela que se lee con una sonrisa constantemente en la boca. Y la cabeza sale ligera, como de un sueño reparador.