CONFESION DE UN ASESINO

Hijo ilegítimo de un príncipe ruso y exagente de la Ojrana, la temible policía secreta de los zares, el protagonista de Confesión de un asesino de apellido Golubchik le cuenta su vida en el curso de una sola noche a un auditorio improvisado en un bar de París entre los cuales se encuentra el alter ego de Roth quién nos sirve de vehículo narrativo. La ambición, el amor y el odio son los mecanismos motores de un personaje en constante búsqueda de su identidad y de un reconocimiento social que nunca obtiene. Roth escribe una sutil exploración psicológica sobre un trasfondo en el que la realidad y la irrealidad se alternan incesantemente. Al término de la novela corta o relato largo, el lector no termina de saber si lo contado por el protagonista y supuesto "asesino" es cierto o no, lo cual deja un final abierto y dudoso. Buen ejercicio narrativo de Joseph Roth a tan solo tres años de su trágica muerte.

Confesión de un asesino Joseph Roth A este libro se le ha llamado la «novela rusa» de Joseph Roth y es una de las obras maestras de su madurez. Durante una noche interminable, en un local de París donde se refugian los náufragos de la primera emigración rusa, un auditorio fascinado escucha la confesión de un tenebroso personaje, hijo ilegítimo de un príncipe ruso, y ex agente de la temible policía secreta de los zares. Una confesión que es también una fábula sobre el Mal y su poder hipnótico de atrapar a sus víctimas en historias circulares y obsesivas que se estrechan inexorablemente como nudos corredizos. Un Mal metafísico e irreductible que adopta una forma particularmente rusa: una oscura convivencia entre la delación, el rencor, la abyección erótica y el ansia de confesar, de ser castigado. Joseph Roth nos ofrece una de las más convincentes figuras del Diablo moderno, un ser melifluo que pasa con extrema soltura de agente de la policía zarista a la de Lenin, guiando con dulzura a sus elegidos hacia un infierno perfumado, pero que desvela lenta e implacablemente su auténtica atrocidad. Un lugar en el que el protagonista penetra sin apenas darse cuenta, ya que en su umbral refulge un noble sentimiento: la exigencia de una «justicia absoluta»... una exigencia temeraria en un mundo diabólicamente falsificado. Leyendo a este autor, primer libro de él que tengo en mis manos, estaba dudando sobre si pasaría a Mi Paraíso Particular de Libros y Autores...habia momentos en que veía que sí y en otros dudaba pero las páginas finales me han decidido y ha conseguido pasar. Con estos autores me doy cuenta de por qué algunos son intemporales.... pasán a la historia aunque no se les lea...y otros ni pasan ni se les lee. Roth es de esos autores.... Esta prosa y su narrativa cala muy hondo y dan ganas de seguir leyéndolo...y seguramente lo haré.

Con un estilo parecido al de Carta de una desconectada de Zweig, nos encontramos la narración en primera persona de este espía ruso al que el encuentro con un misterioso desconocido le va a proporcionar más de una desgracia. La novela tiene un estilo sencillo y es adictiva, aunque hacia el ritmo es algo más lento, sin embargo la últimas páginas no pude parar de leer y el final me parece una absoluta maravilla. El odio, el amor, el deseo o la culpa son algunos de los temas tratados en esta novela corta.