CONFERENCIA SOBRE LA LLUVIA

“ no soy un profesor ni un erudito, pero he vivido entre libros y me gusta compartir hallazgos “ Juan Villoro escribe este monólogo para ser interpretado, aunque como literatura no requiere interpretación, con todo lo poético que puede ser su prosa , nos lleva de la mano, por un viaje a través de la vida del orador quien al perder los papeles, literalmente, debe improvisar. Luego entonces; una conferencia que tal vez debería abarcar un tema impersonal, se convierte en una confesión, sobre la lluvia, el amor, la lluvia de amores y su relación con la literatura, ( y las mujeres ) que pasa de una lluvia que no moja a un torrente de referencias, que clarifican su vida privada, que amplían al escucha su visión del mundo desde su reducto de bibliotecario, desde su necesidad de empaparse de amor, y el simple hecho de solo haberlo recibido a cuentagotas, Fundamentos que atrapan, invitan , concitan, al lector o auditorio, Auditorio que, al final, no necesita ninguno de estos argumentos, Final curiosamente sorprendente para una clase de literatura, o actuación, que no necesitan la sorpresa Hasta en eso atrapa Villoro.

Un libro corto y pequeño con una prosa poética tan bella que no puedes evitar divagar sobre tu misma vida junto a las divagaciones del bibliotecario protagonista de esta magnifica introspección a lo que es la vida y los recuerdos que empoderan o lastiman, en la añoranza y la nostalgia de los amores perdidos y los anhelos frustrados que la vida nos arroja y no podemos evitar que la lluvia se convierta, en ocasiones, en nuestros limbos personales donde podemos enjugar nuestras lagrimas pero sin lograr la redención o la catarsis de nuestros sufrimientos. O quizás si has vivido lo suficiente, pueda que te conectes las lineas que Juan Villoro expone en el libro, es una pequeña joya que en lo personal lo he disfrutado y lo he sufrido porque proyecto en mi cosas que solo uno entiende.

En este momento (agosto 2018) esta obra de teatro está siendo interpretada en Buenos Aires. Por esa publicidad llegue a este libro. Es muy corto, 58 páginas pequeñas, con letra grande en una edición poco cuidada (interzona). La idea me gustó, trata de un bibliotecario que debe dar una conferencia y pierde los apuntes. A que bibliófilo no le gusta leer sobre un bibliotecario, Libros, bibliotecas, citas de célebres autores? Cumple con todo lo anterior, tiene lindas frases, es entretenido y el final me sorprendió, pero debo aclarar que en mi opinión humilde podría estar mejor escrito. Tiene algunos párrafos, oraciones y elecciones de palabras para mi poco felices (sin tomar en cuenta modismos lógicos de un autor mexicano que pueden ser chocantes para un argentino). Igual lo recomendaría, entretenido es, se lee rapidísimo y más de un lector se identificará con muchas de las ideas que expresa. “Entre perder una amistad y perder un libro, cualquier bibliófilo prefiere perder una amistad”. “Tengo el lumbago del erudito. No he leído tanto como esos que saben todo de muy poco, pero la espalda me duele como a ellos. Paso la mitad del día agachado para leer y la otra mitad agachado para acomodar. La acupuntura, el masaje y los analgésicos ya fracasaron en mi. No hay forma de restaurar lo que la lectura arruinó en mi espalda. Pero hay males peores, no me quejo ....”

Una lectura breve, ligera, sencilla pero entrañable. Una obra que a propósito de la lluvia nos habla de los libros, de quienes leemos, de vidas e historias que se construyen alrededor de la lectura: "Tal vez exagero. Los lectores somos exagerados, muchas veces inventamos asociaciones". Éste libro pasó directo a mi lista de favoritos del año. En el prólogo Villoro habla de como cambia el texto según quien lo lee, pero, al ser una obra teatral, como se transforma en cada puesta en escena y acabo de ser testigo de ello al ver la presentación de la Compañía Nacional de Teatro en youtube porque es abismalmente distinta a como la imaginé mientras leía y sin embargo igualmente emotiva.

Conocer un libro como este, solo incremento mi amor a los escritores, a los poemas y claro a los libros. El simple hecho de crear un monologo partiendo de un tema tan simple, pero al mismo tiempo tan complejo como es la lluvia con los libros, deja al lector anonadado, ya que este breve libro te presenta, amistad, libros y amor, de una manera mágica y con un final perfecto.

La poética prosa de Villoro nos lleva de un monólogo despistado, el cual entre mezcla los temas de una conferencia sobre la lluvia y su relación con la literatura de amor, a la vida personal de un bibliotecario. De esta manera, se traslada de la conferencia a la confidencia de una forma atrapante provocando el gusto por los libros y la lectura en sí misma. Que mejor labor que para un bibliotecario y para un escritor que la de transmitir su amor por los libros, en ese sentido me parece que triunfa rotundamente el protagonista y Villoro pues logran que cada página sea saboreada y que se anhele más de esa literatura. Es un divertido y breve libro que te deja un grato recuerdo y ganas de releerlo.

Aquel que se diga lector debe amar este librito.

Pequeño gran texto. Una conferencia, papeles perdidos, la confusión... Y se termina hablando de uno mismo y de lo que más le duele y ama.