La evolución y el cambio son dos factores constantes en el rápido y, en ocasiones, vertiginoso panorama de la Medicina actual. Y la Oncología, en consecuencia, es reflejo y expresión de los mismos. Pero también ha cambiado la sociedad y el vínculo de los profesionales sanitarios con ésta, integrando en el quehacer diario, de forma fundamental, la calidad de vida y el control de los síntomas de los pacientes.