Katie Carr es madre de dos hijos, ejerce la medicina y le gustaría estar convencida de que es buena persona porque ayuda a los demás. En un viaje a Leeds, tiene una aventura con un hombre más joven que ella y a partir de ese momento todo su mundo se transforma en un mar de dudas. Y es que su cínico marido toma la repentina decisión de cambiar radicalmente y, tras una terapia, se transforma en un dechado de virtudes. Pero su enloquecida bondad no tiene freno y Katie se ve obligada a tomar el papel de cínica... Una mirada maliciosamente irónica sobre la vida familiar, la crisis de la mediana edad, la buena conciencia liberal y la obsesión por ser buenas personas, escrita por uno de los más agudos y divertidos cronistas de la Inglaterra contemporánea.
Me gusto mucho. Si bien es un libro que toca temas profundos, el tono del relato es tan irónico y sarcástico que se hace por momentos extremadamente gracioso, hasta encontrarme sonriendo mientras leo, que en mi caso es mucho, nunca me rio de ninguna de las cosas que producen risa en los demás. Pero no es simplemente una sátira, plantea realmente temas actuales y cotidianos, como la hipocresía, el egoísmo, la moralidad burguesa, y sobre todo, sobre la necesidad de sentir que somos buenos. De lectura fácil, prosa sencilla y diálogos inteligentes.
Comoo he dicho anteriormente de este mismo libro. Cientos de páginas llenas de autocomplacencia en el hecho de ser "progresista" (sea eso lo que quiera decir). Una novela muy bien escrita pero TAN llena de lugares comunes que acaba siendo infumable. Hornby escribe muy bien, en general. Pero este bodrio es inaguantable. Además, le sobran cien páginas.
Me sentí tan identificada con la protagonista que me parece increíble que este libro lo haya escrito un hombre.