COMO SALIVA EN LA ARENA

¿Podrás imaginarte de alguna manera poco tácita la sensación de aprisionamiento, la falta de valía, el menosprecio del género femenino, cuando se nace en un lugar donde se ha negado cualquier derecho a nuestras nenas y han sido objeto de moneda de cambio? Es una situación compleja de reflejar, casi resulta un mal sueño para demasiados, mentiras de mal gusto para otros muchos, exageraciones y extravagancias para unos pocos desgraciados. Sin embargo, queda algo con que fractura el primer planteamiento y es que el valor personal se lo da así mismo el propietario, es la voluntad oculta, la valía ignorada por muchos adeptos al sistema, la capacidad de decidir por sí mismo el destino de su vida aunque éstas decisiones traigan aflicciones que pueden llegar a convertirse en recuerdos dolorosos. A pesar de todo, en esta vida terrenal los límites son precisos y los tormentos, sufrimientos y pesadumbres no perduran para siempre ¿así que porqué no luchar por el beneficio de nuestra propia vida cuando el ambiente hostil amenaza con acabar la paz y la vida? ¿Serás capaz de adoptar la debilidad de la muerte provocada por las afrentas y las injusticias, cuando con ello sepas de antemano el precio eterno que se deberá costear para respetar la verdad universal del equilibrio? Ella batalló aún desconociendo el dulce sabor del descanso final. Enfrentar sin miramientos resulta ser el secreto para muchos en situaciones adversas, para lo cual la valentía es el precio a sufragar y los melancólicos recuerdos el único nexo con la identidad.