COMO AGUA PARA CHOCOLATE

Tengo que admitir que estar en alibrate me cambió como lectora. Ahora se me da por arriesgarme y salirme de lo comodo y lo conocido. Peeerooo... siempre se siente bien retornar al hogar. Después de casi tres años, vuelvo al realismo mágico y noto una calidez y una emoción propia del reencuentro con un viejo amor. Soy latina. Lo llevo en las venas. Lo leo y me siento arrullada porque me encuentro. Me hallo en la pasión y la desmesura de esta gente que ama y odia tanto como para romper las leyes de la lógica. Me hallo en el ardor o el frío absoluto. Me hallo dentro de los ojos de estos personajes tan intensos que matan o mueren por amor, que odian hasta despellejarse, que se desbocan, se pierden y se vuelven a encontrar en la magia del que siente demasiado. Así que no es tan extraño que me emocione cuando vuelvo a la calidez de un género que me dio tanto. Tan solo la forma en la que está escrito este libro, me hace volver a sentirme enamorada: las palabras hermosas humeantes y apasionadas de Laura Esquivel que escribe desde la sinrazon de los amores negados. Es un libro precioso. Se siente intenso. En " Como agua para chocolate", se recrea una tradición espantosa: en algunas partes de México, las hijas menores eran sacrificadas. Tenían prohibido casarse para poder dedicarse al cuidado exclusivo de sus madres en la vejez. Así que cuando el novio de Tita va a pedir su mano y se encuentra con que esa mujer le está prohibida, qué hace?😑 Se casa con su hermana😑. Alto ahì! ✋. Admito que el personaje de Pedro es un verdadero pelotazo en contra. Totalmente detestable. Pero no olvidemos que el tipo lo hace para estar cerca del ser amado. Y estar dispuesto a pasar la vida con quién no querés, para permanecer cerca de quien sí amas, es prácticamente el sacrificio último. También es la cosa más estúpida que alguien puede hacer 🤷‍♀️, pero qué es amor, es amor. Y Tita...Tita somos todas las mujeres latinas, que crecimos oprimidas y golpeadas, rechazadas y mil veces subestimadas, pero que nunca nos resignamos a bajar los brazos y que luchamos y amamos, aún cuando se nos confine a los límites estrechos de una cocina. Tita es la magia de todas las mujeres latinas que se animaron a alzar la voz. Por nosotras, por las que estuvieron antes y por las que vendrán después. (😍 como extrañaba leer este tipo de libros)

Como agua para chocolate se ha ganado un pedacito en mi corazón. Esta bella historia está concebida a fuego lento, con ingredientes cien por ciento naturales, con sabores prehispánicos y mezclado con amor y paciencia, para llegar al punto exacto de exquisitez. Sin duda alguna, Laura Esquivel, ha creado en Como agua para chocolate, una historia que se palpa, se saborea, se huele y se impregna en ti con un delicioso olor a vaina, madera, rosas y unas ligeras notas de chocolate que te harán viajar aún tiempo donde la revolución mexicana estaba en su mero apogeo y nuestra querida Tita, se enfrentaba a su propia guerrera, su propia revolución, para romper una cadena de años de tradición y poder ser fiel a sus ideales y convicciones. Considero, sin duda alguna, que el ingrediente secreto y el que le da ese toque único y especial a esta maravillosa historia es la pluma de la señora Esquivel, ya que su pluma es entrañable, única, nostálgica y, totalmente, pasional que le dan al libro ese toque real y mágico en dosis exactas para poder ser degustado por generaciones en generaciones. Simplemente, sublime su manera de narrar e hilvanar esta maravillosa obra de arte. Les hago una cordial invitación a leer este gran libro, que recomiendo ampliamente, donde se encontrarán con el pasado, con pasiones secretes, con tradiciones familiares injustas y, sobretodo, se encontrarán con un libro e historia que los llevará por sabores, olores y amores que se cocinan a leña sobre una hornilla que ha pasado de generación en generación.

Leer esta novela corta ha sido una delicia. Me ha emocionado, una emoción parecida a la que me embargó cuando leí a mi amigo "El Gabo" en "Cien Años de Soledad", pero más íntima y más personal. Está escrita de manera muy original, la mezcla de las recetas de cocina con la historia de amor de Tita y Pedro te transporta a un mundo de sensaciones, olores y sabores, unos conocidos y otros por descubrir, que hacen de la lectura algo nuevo y diferente. Una bonita historia de amor frustrada por unas costumbres ancestrales y ridículas, una madre autoritaria y una joven Tita que no tiene manera de enfrentarse a su madre sin salir perdiendo en cada combate. Una historia de amor que, a pesar de las múltiples dificultades, perdura en el tiempo y tiene en la cocina y las recetas que en ella prepara Tita, una forma de expresión muy original y que trasciende más allá de los simples ingredientes... La mezcla de todos estos ingredientes en la pluma de la autora hacen de esta novela, en mi opinión, una pequeña obra de arte muy original, con sus toques de realismo mágico aderezando la historia que le ponen "la guinda al pastel". En esta reseña he querido transmitirte mi opinión, muy personal y subjetiva, sobre esta novela de lectura fácil y amena... De la misma manera te la recomiendo si no la has leído aun; mi deseo es que descubras en su lectura algunas de las sensaciones y emociones que a mí me han llevado a disfrutar tanto de ella. 15 de julio de 2021

Esta novela me encantó. Me hizo recordar mucho a "Cien años de soledad" de García Márquez, por el realismo mágico tan ingenioso. En esta novela, Esquivel narra con gran destreza la historia de amor de Pedro y Tita, frustrado por un tradicionalismo muy real en Latinoamérica, costumbres ancestrales y formas léxicas pícaras, además del contexto de batallas civiles. Todo esto combinado astutamente con un estilo a modo de receta, evocando nuestra imaginación y nuestro sentido del gusto, homenajeando la riqueza de la comida mexicana. Muy picante. 10/10

Leer este maravilloso libro me ha supuesto reencontrarme con el Realismo Mágico. Solo por eso ha merecido la pena. La autora nos ofrece una historia costumbrista, ambientada en México en la época de la revolución, que nos habla de tradiciones familiares, del rol de la mujer en la sociedad, y de su lucha para escapar de esas tradiciones. Pero es también una historia pasional y emotiva, una mezcla de realidad y magia que me ha tenido embelesada durante su lectura. Es la historia de Tita, la menor de las tres hermanas de la familia De la Garza, la historia de su amor por Pedro, un amor correspondido pero que no pudo ser, un amor imposible porque era la menor de tres hermanas con una madre dominante, Mamá Elena, que exigía se cumpliese una cruel tradición… la menor de sus hijas no podía casarse, debía dedicarse a cuidarla hasta su muerte. El refugio de Tita es la cocina, y durante toda la lectura nos acompañarán los aromas de rosas, vainilla, cacao, especias, chiles… Nos acompañará el sonido de sartenes y cacerolas, y saborearemos las recetas que preceden a cada capítulo, gastronomía convertida en arte, que tendrá además unos curiosos efectos en los personajes en momentos importantes de la vida de Tita, porque ella transmite a través de sus guisos todas sus emociones y sentimientos. COMO AGUA PARA CHOCOLATE es una historia bellísima, llena de momentos memorables, que se ha hecho un hueco en mi corazón.

Haré mi receta: unas gotas de fantasía, con un poquito de humor, aliñado con amor y aderezado con drama, esto nos da Como agua para chocolate. Me ha sorprendido, no lo esperaba así, muy original.

Febrero 2021 Como agua para chocolate, no es una historia de amor, es mucho más. Es un canto a la lucha y la rebeldía ante la injusticia de unas costumbres familiares arcaicas y crueles que limitan la vida y e impiden la realización personal de quien las sufre. Y todo ello enmarcado en un maravilloso estilo narrativo: el realismo mágico, entrelazando de forma cautivadora realidad y magia, valiéndose para ello de una curiosa y original arma: las recetas de cocina, mediante las que la protagonista de forma casual e involuntaria transmite sus sentimientos a sus comensales. Nacida en el seno de una familia mexicana de principios del siglo XX, Tita, la protagonista de esta preciosa obra, es la menor de tres hermanas, destinada por tradición familiar a cuidar de su madre hasta que ésta muera, teniendo vedado el acceso al amor y al matrimonio, refugiándose como consuelo ante esta injusta imposición en su gran pasión, la cocina. Pero un día conoce a Pedro y se enamoran, un amor imposible.... Es un libro original, delicioso y conmovedor, que me ha encantado y que te hace vivir en primera persona el deseo y la pasión prohibidas a sus protagonistas, sufrir su impotencia y drama, mientras te zambulle en el ambiente que se crea entre las cacerolas de cualquier buena cocina y el cuidado, cariño y esmero con que se prepara cada plato.

¿Un libro de recetas? Yo diría que sí, pero es un recetario con una historia para contar. Las comidas se mezclan con las emociones y el realismo mágico se extiende en nuestra imaginación. Tita se ve condenada a seguir la tradición de su familia; no casarse ya que el papel de la hermana menor se reducía al cuidado de su madre hasta que esta muriera. Con esta planteo a cuestas, nuestra protagonista nos envolverá en un torbellino de emociones y de escenas cargadas de compasión. Sus platos de cocina serán entonces un refugio en su tan devastadora realidad, además de que tienen el ingrediente especial de captar esos sentimientos censurados y manifestarse con vehemencia y ardor, pues podemos esperar varias cosas ante este género literario. Me pareció una excelente representación de la cocina de esos lares, un viaje lleno estigmas y romance, aunque tengo que admitir que este último no me deslumbró, puesto que condené a Pedro desde un inicio. Quitando eso, es un gran libro. Está lleno de momentos maravillosos y la historia es siempre cuesta arriba, corta y deslumbrante.