CIUDAD DE CRISTAL

El libro me ha intrigado, no puedo negarlo. A ratos me ha parecido muy ingenioso. Sin embargo, en otras ocasiones no sabía si me estaban tomando el pelo. Por no hablar de la sensación de que la historia se corta en un momento determinado y lo siguiente parece aclarar, pero no. Me quedo con ganas de saber más, de continuar con la trilogía. Aunque es un riesgo, no vaya a ser que el planteamiento se líe más y luego de quede todo en el aire, dibujando planos de la ciudad de Nueva York.

El camino del lector por la literatura está lleno de grandes momentos vividos con sus obras favoritas pero también de enormes decepciones. Si alguna vez estuve cerca de abandonar un libro fue sin duda La trilogía de Nueva York, pero al final me pudieron las ganas de intentar averiguar los motivos por los que esta obra es tan celebrada. No he encontrado ninguno. Ciudad de Cristal es el primer libro de este tríptico que algunos consideran como la reinvención de la novela negra. A mi, sin embargo se me ocurre etiquetarlo como la reinterpretación de un mojón atascado. No empieza mal, de hecho la idea es muy buena: Daniel Quinn, un escritor que en su retiro, recibe una llamada preguntando por una agencia de detectives. La llamada se repetirá hasta que nuestro protagonista apelando a su curiosidad diga que en efecto es la persona indicada. No discuto si es acertada o no la inclusión de reflexiones complejas en la perfilacion del personaje principal, ni si estas son apropiadas o no en este género. Cada cual se acuesta con quien quiere y en la cama hace libremente lo que le viene en gana. A mi la mezcla, no me pone. Es como estar ante la perspectiva de una noche salvaje y que tu partenaire se ponga a citar a Aristóteles. Pues eso, que no es el mejor momento. El verdadero problema es que Auster da rienda suelta a su ego y lleva la novela hacia el lucimiento personal destrozandola. El autor secuestra al protagonista y lo dota con excesos de su propia pedantería. En cuanto al encumbramiento de esta, o cualquier obra, no hay más que comparar las ventas de 50 sombras de Grey con la Trilogía de Nueva York. El público es soberano. Aunque a mi me parezcan igual de malas las dos. Al final el público es soberano, por encima incluso, de aquellos que creen tener la verdad universal. En definitiva, para mi, un mojón escocido. Y la segunda parte es peor.

"Lo que le interesaba de las historias que escribía no era su relación con el mundo, sino su relación con otras historias". Ciudad de cristal, La trilogía de Nueva York 1, de Paul Auster. Daniel Quinn un solitario escritor de novela negra bajo pseudónimo se tropieza ante una historia de la que no desea huir. Sus ganas de involucrarse y la naturaleza misma del caso hacen que tome decisiones en una sola dirección: siempre hacia adelante. Ya tenía ganas de leer a Paul Auster y con esta Ciudad de cristal, la primera entrega de La trilogía de Nueva York, no sé si he acertado del todo. Es un libro desigual, donde me he maravillado ante un genio de la trama, del ambiente y de las palabras que adereza esta historia al más puro estilo de la novela negra con frases como "Nazco cuando despierto por la mañana, envejezco durante el día y muero por la noche cuando me duermo". Mientras que se suceden partes con párrafos que disertan hacia la antropología, la psicología, la lingüística, las nubes mismas o la temporalidad de la luz de las estrellas que no te llevan a ningún lugar en especial, y mientras yo imaginaba a Paul Auster aporreando el teclado sonriendo por la comisura de la boca y un pensamiento recorría su mente de escritor endiosado: ¡Qué bueno soy, la hostia! Y yo con cara de póker sin saber si entrarle o no al juego, pues me ha vapuleado elevándome a las alturas y arrastrándome a los bajos fondos, haciéndome dudar de si estaba ante una pesadilla sin sentido o ante la paradójica y cruel realidad. "Podría correr cien años y seguiría llegando justo cuando las puertas se cerraban". Para mí esta frase acota la esencia del libro, donde este don Quijote del siglo XX demuestra que las cosas ocurren por una razón (omnia causa fiunt) aunque se dirija al ocaso. ¿Y si es ese el destino que hay que cumplir? ¿Y si es ese el papel que hay que interpretar en la historia? Está claro... ¿cerramos el telón?

Un narración compleja y enigmática, que te hace pensar más en uno mismo que en los personajes de la obra. Para entenderlo, o confundirse más, es necesario leer toda la trilogía.

La idea, la trama, algunos aspectos de la historia son muy interesantes, novedosos, atrapantes. Pero de alguna manera sentí que el autor no sabía hacer llevar con su prosa la acción. Hasta cierto punto me pareció pedante y mal acabado. Absurdo sin que por eso sea metafísico o profundo. Recuero haberme sentido mal por no compartir la visión de tantos otros que la señalaban como una obra cumbre del siglo XX. De todas formas es leíble y llevadera.

Si mal no recuerdo, Ciudad de Cristal fue uno de los primeros libros que leí por motivación propia. Tal vez esa sea la razón por la cual le tengo mucho cariño a esta obra. Pero dejando las nostalgias guardadas en lo profundo de mis recuerdos, Ciudad de Cristal, junto a su creador, Paul Auster, se merecen ser leídos por las siguientes razones. 1. La evolución del personaje: Daniel Quinn, escritor que renuncia a su trabajo por culpa de otro personaje, Paul Auster (Mismo nombre que el autor). Éste le encomienda una misión y el protagonista la acepta. A partir de ese momento se ve envuelto multitud de adversidades. 2. La reflexión: Auster juega un papel fundamental como As de la reflexión u búsqueda de la identidad. Tal vez esa sea la razón por la cual uno de sus personajes lleva su nombre. Además también hace referencia a clásicos como El Quijote, pero desde un punto de vista bastante peculiar. 3. EL FINAL. Por estas tres razones, además de la parte personal, recomiendo leer a Paul Auster. Gracias.

“Ciudad de cristal” es la parte primera de la Trilogía de Nueva York. Comienza así: “Todo empezó por un número equivocado, el teléfono sonó tres veces en mitad de la noche y la voz al otro lado preguntó por alguien que no era él. Mucho más tarde, cuando pudo pensar en las cosas que le sucedieron, llegaría a la conclusión de que nada era real excepto el azar. Pero eso fue mucho más tarde. Al principio, no había más que el suceso y sus consecuencias. Si hubiera podido ser diferente o si todo estaba predeterminado desde que la primera palabra salió de la boca del desconocido, no es la cuestión. La cuestión es la historia misma, y si significa algo o no significa nada no es la historia quien ha de decirlo.” Con su personaje principal QUINN. Es un libro interesante, no es de los mas sencillos de Paul Auster, conviene acercarse habiendo leído otros como “Música del Azar” o “El palacio de la luna”.

Maravillosa joya de nuestro maestro Auster. Aunque el principio te lleve por el camino de pensar que es una novela policíaca convencional, trata de todo lo contrario. Trata de una locura, de una crisis existencial por parte de Quinn, de una historia de ciencia ficción dentro de un Nueva York completamente normal y regular. Sus puntos positivos son la intriga, el talento narrativo de P. B. Auster y el propio personaje de Auster, todos grandes joyas. Una curiosidad es que pertenece al libro Trilogía de Nueva York, el cual fue rechazado por diecisiete editoriales en dicha ciudad y publicado finalmente en Los Ángeles, el final era muy bizarro. Sus puntos negativos son, por ejemplo las pesadas descripciones de sus paseos por todas y cada un de las calles, avenidas, parques, zonas, cafés o esquinas, pero esto, a su manera, también le da una guinda. Para mí la mejore obra de Auster. La recomiendo.