CINCO HORAS CON MARIO

Para muchos de nosotros Cinco horas con Mario está vinculada (casi y sin equivocarme diría que van de la mano) a la obra de teatro que durante casi cuatro décadas o tal vez algo más, interpretó la actriz Lola Herrera sobre esta novela. Y no me atrevería a asegurar si escuche antes oír hablar de la obra de teatro o del libro. Aquí Delibes escribe una novela muy psicológica, en la que pone al descubierto de nuevo a una sociedad, la española, dividida en dos. Corren los años 60. Carmen (Menchu para los más allegados) es una mujer de algo más de cuarenta años que acaba de perder repentinamente a su marido Mario de cuarenta y nueve. A la noche, y después de que las visitas y la familia abandonen la casa del difunto, Menchu se dispone a velar su cadáver. A partir de aquí comienza su monólogo, donde va a desgranar lentamente los recuerdos de la convivencia mutua de ambos, con una estrechez mental exasperante. Menchu que es una mujer muy conservadora, está preocupada exclusivamente por las apariencias sociales de la época, donde todo aquello que se aleja del idealismo franquista es despreciable. Mario en cambio, era un profesor discreto pero sensibilizado y preocupado por los pocos derechos que había y tenían los españoles y con firmes ideales, muy contrarios al régimen dictatorial que imperaba entonces. La novela es en sí, el vivo retrato de una época que como siempre Delibes lo plasma con una maestría única. No sabría decir a estas alturas cuál es o ha sido el mejor libro que he leído de Delibes. Pero sí sé que debe ser el escritor que más he releído. Cierto que también su obra, aunque extensa, suele ofrecernos novelas, ensayos o algún libro de viajes relativamente no muy largo, pero para que yo relea una lectura, tiene que venir de algún libro o de algún escritor especial, y para mi, indiscutiblemente, Delibes lo es.

Cinco horas con Mario quizás fueron muchas para ti querida Menchu. Date cuenta que todo aquello que le quisiste decir se podía sintetizar en unos cuantos reclamos, en unas cuantas frases, pero esa es la falta de comunicación, la que nos ha valido miles de disgustos a través de los tiempos. Qué hubiese pasado si Dios hubiese explicado las razones por las cuales no podía ser consumido ese fruto; o qué habría pasado si el marido le hubiese explicado a su esposa que ya no la quería y que por esa razón consiguió una amante. Es la maldita falta de comunicación. Gracias a la grandeza del autor, pude oír tus pensamientos, la forma desorganizada en la que emitías esos reclamos. Pero qué son los pensamientos sino una forma desorganizada de concadenar ideas, que, en la mayoría de los casos, si no estamos concentrados en algo, resultan mundanas, banales, llenas de lagunas que son llenadas por otros pensamientos que se nos vienen encima. Esa es la virtud más grande de la obra, quien te creó supo adentrarse en la conciencia y escribió como si el pensamiento fuese el que estuviere hablando. Pude ver de dónde vienes; cuál es tu forma de pensar. Entendí lo que muchas veces ha sido llamado como las dos Españas. Eso me gustó, cómo no iba a serlo de esa manera, pues he podido comprender un poco más acerca de un país que me llama mucho la atención y que tiene que ser un referente histórico para entender un poco las razones por las cuales soy así, por las cuales mis coterráneos son de la forma en que son. Creo que Miguel me hubiese caído muy bien, pues, por lo que piensas sobre él, a pesar de fundamentarse en lo que no quiso hacer por ti, se nota que era un tipo despreocupado del qué dirán, que actuaba según su propio impulso. Le gustaba la lectura, escribir, instruirse, es decir, más le importaba su propio crecimiento. Lo del carro, eso no importa Carmen, son cosas materiales que no deberían tener asidero en la vida, además, tú sabías desde el principio cómo era él. Si no te gustaba debiste haber desistido de su ofrecimiento. No te pongas así… yo se bien que eso no estaría bien visto por las personas de tu clase, pero es lo que pienso. Para despedirme, quisiera mencionar que el libro me resultó complejo, pero cómo no, si se trata de un monólogo de una mente, de lo que piensa una persona como tú que se encuentra permeada por la cultura cristiana y por una época en la cual importa más lo que piensan los demás sobre nosotros que lo que pensamos de nosotros mismos.

OCTUBRE 2020 LIBRO 78 Hace años que quería leer este libro, pero lo he ido postergando hasta hoy. Obra clásica de la literatura española considerada entre las cien mejores del panorama literario, escrita por Miguel Delibes miembro de la Real Academia de la Lengua Española. . El libro comienza haciéndonos ver la esquela mortuoria de Mario que fallece en 1966 dejando mujer y cinco hijos, tras esto, el autor nos describe el velatorio en casa de Carmen, Menchu para sus amigos y desde ese preciso momento empiezan a velarse pinceladas del carácter de Carmen, que serán confirmadas en el momento que llega la noche y se marcha la familia y conocidos. A partir de entonces comienza verdaderamente la novela, mediante monólogos dirigidos a Mario, Carmen nos desgrana la vida de ambos desde su noviazgo hasta el día de la muerte de su marido. El libro es un reflejo de la sociedad de la época, con sus luces y sombras, la diferenciación de clases sociales, las apariencias, el qué dirán y el papel de la mujer en España en la sociedad de los años sesenta, junto con la situación política de la dictadura franquista. No me ha decepcionado para nada, es cierto que se repiten en múltiples ocasiones frases y situaciones, siendo eso lo único que le puedo reprochar, pero que son necesarias para que Carmen deje claro a su marido difunto lo que lleva dentro.

Cinco horas con Mario es una espinita que siempre he tenido clavada, porque siempre he querido verlo en obra de teatro (y de momento seguiré con esa espina), pero por eso he ido retrasando leerme el libro, hasta este momento. La verdad es que me ha gustado bastante, la narrativa de Delibes es muy sencilla y fácil de entender y leer, no se hace para nada pesado. La trama no es muy complicada, tenemos a Carmen que habla con su marido recién fallecido a través de ella vamos conociendo a la pareja y todo lo que les rodea a través de un monólogo, que me ha parecido muy bien construido. Me ha gustado mucho recordar momento junto a Carmen. Lo único decir que de un capítulo a otro es como que Carmen vuelve a veces sobre los mismos temas, y a veces se repiten incluso fragmentos del monólogo, y eso en algún momento me ha resultado molesto, pero por lo demás me ha gustado. Espero verla pronto en el teatro. En resumen, es un libro que recomiendo, también os recomiendo encarecidamente de este autor El príncipe destronado.

El programa de TVE Lazos de Sangre, dedicó, hace unos días, un especial a la gran actriz española Lola Herrera, quien por más de 40 años lleva representando en los teatros españoles la obra, Cinco Horas con Mario, del vallisoletano Miguel Delibes. Recuerdo que en el colegio leímos este libro y en épocas de adolescencia no éramos capaces, creo yo, de admirar la grandeza de esta novela. Ahora, en la madurez de la vida he vuelto a leer esta obra, a raíz del citado programa y realmente la considero magistral. Delibes, a través de Menchu, describe con una pluma muy ágil y llamando al "pan" pan y al "vino" vino, la vida de una España muy oscura, atrapada en los convencionalismos, apariencias e hipocresías, la España de los años 50 y 60. El monólogo de Menchu, frente a su marido muerto, no es solo la historia de esta mujer, yo diría es el reflejo de muchas mujeres de aquella época, viviendo vidas "impuestas" por la sociedad, obedientes al régimen de esos años y a los principios religiosos imperantes. Mujeres que no eran felices, aunque aparentaban serlo por el que dirán, llenas de prejuicios, tabues y miedos. Una España alejada de una sociedad moderna, abierta y respetuosa con las diferentes formas de ver la vida y el mundo. Realmente muy contenta de haberla leído nuevamente. Una obra maestra.

Tenía grandes expectativas sobre este libro y realmente no me ha defraudado. Tras la muerte de Mario, su esposa Carmen, queda a solas con su cadaver durante el velorio, y en esa soledad comienza un monólogo en que desgrana toda una vida compartida con el fallecido, y el libro termina transformándose en toda una declaración de los dogmas y cadenas de la sociedad española de fines de los años cincuenta del siglo XX. Se revela aquí la doble moral de las personas, el cuidado de las formas, el clasismo y la falta de empatía con quienes no son de nuestra condición. Delibes nos establece su maestría en la observación y crítica de la sociedad en que vivía, y todo con un sentido del humor mordaz que hace que la lectura transcurra ágil y totalmente rica en contradicciones. Recomendable cien por ciento.

CINCO HORAS CON MARIO - Miguel Delibes Esta es mi novela preferida de Delibes, no porque sea la mejor si no por todo lo que encierra, el soliloquio de Carmen, una mujer que acaba de quedarse viuda velando sola el cadáver de su marido Mario. Y en este discurrir de sus palabras en la que se desahoga en un mar de reproches, intuimos las dos España, la de Mario intentando mejorar la sociedad y la de Carmen queriendo mantener el mundo preestablecido. Quizá una frase lapidaria que lo define: «Mario, cariño, lo que pasa es que ahora os ha dado la monomanía de la cultura y andáis revolviendo cielo y tierra para que los pobres estudien, otra equivocación, que a los pobres los sacas de su centro y no sirven ni para finos ni para bastos, les echáis a perder, convéncete, enseguida quieren ser señores y eso no puede ser» Para mi un libro magistral, Delibes se mete como nadie en la piel de esa mujer y si además tienes la suerte, como yo la tuve, de ver la adaptación teatral de la gran Lola Herrera, sus sensaciones se te pegan a la piel, para siempre.

Puede que sea la segunda vez que lo leo, además de haber visto alguna adaptación al teatro. Quiero destacar, sobre todo, la capacidad del autor para haber creado una novela que, casi en su totalidad, es un monólogo de una mujer con su recién difunto marido. Ella, Menchu, o Carmen, se desprende, durante toda una noche, de todos aquellos pensamientos que tenía guardados y enquistados desde años. Durante toda la novela, la protagonista, una señora, de clase media-alta, muy, muy, muy conservadora, pero mucho, me ha provocado muchas veces rechazo y muchas veces lástima, pero también tiene esos toques de humor que me han hecho aflorar una risa. Él, el difunto, y a través de ella también igualmente me ha generado mucha rabia en más de una ocasión. Al final la novela es un reflejo de una época en este país, de cómo era la sociedad del momento, los roles que mujeres ,como la protagonista, no sólo asumían y aceptaban, sino que reivindicaban y defendían. Muchos de los comportamientos y pensamientos de entonces aún existen, tristemente, hoy día.