CHOCOLATE

¿El placer viene de la mano caliente y sudorosa del diablo? ¿Entregarnos al deleite físico implica abrazar al demonio y dejarlo anidar en nuestras almas? El camino del bien es el de las privaciones y la austeridad? En "Chocolate" una mujer llega a un pequeño y tradicional pueblo francés para romper esquemas. Armada de risa, magia, chocolate y el arrojo para ser diferente, Vianne Rocher pone nada más y nada menos que una chocolateria en Lanquenet...y encima lo hace frente a la casa del cura. Sinónimo de la tentación y la depravación, derritiéndose en la lengua y llenándonos el cuerpo, el chocolate y Vianne son objeto tanto del rechazo como de la fascinación de este pueblo cerrado en el que el cura gobierna con mano dura bajo la creencia de que privarse es signo de fortaleza y rectitud. Este relato es el de los sentidos. Es un relato que se huele y se saborea. Letras cargadas de aroma y sabor. Pero también es el de la discriminación, el del miedo a lo diferente . Y es el relato del temor a exponerse , ser vulnerable y ser herido. Un libro precioso con una pluma bellisima que te dejara una sonrisa y gusto a chocolate en la boca.

Lectura no apta para no pecadores, personas en dieta o diabéticos. Este libro te sacará el placer culposo de degustar el chocolate, y difícil es no caer en el pecado. Si me preguntáis a mí, admito que con el chocolate peco todos los días jajajaja. Ahora poniéndonos serios, es un libro que va más allá del chocolate, aunque todas las temáticas giren en mayor o menor medida en torno a este maravilloso alimento. Los capítulos alternan, en primera persona, tanto la perspectiva de Vianne Rocher como la del cura Francis. Esta alternancia resulta muy acertada, pues ambos protagonistas son el antagonista de la otra parte, y se desarrollan al mismo tiempo dos puntos de vista muy interesantes acerca de la temática principal. Así, contamos con Vianne, una mujer madre soltera, que se acaba de mudar junto con su hija pequeña Annouk al pueblo francés de Lansquenet e inaugura nada más y nada menos que una chocolatería, un negocio que llama al pecado de la gula y para el que el pueblo, de habitantes de mentes cerradas, parece no estar preparado. Y aquí entra en juego el regio y comedido cura Francis que, de acuerdo a sus creencias y tradición no ve con buenos ojos que Vianne vaya a poner patas arriba el pueblo del que prácticamente él es el máximo representante. Tanto Vianne como Francis son personajes muy interesantes, tienen una construcción de sus respectivos pasados que ayudan a complementarlos y darles profundidad, en el caso de Francis incluso a empatizar un poco más con él y con su manera de ver las cosas, pues es un personaje más complicado en ese sentido por su personalidad cerrada y seria. Sin embargo, no son los únicos personajes interesantes que se nos presentan; y es que todos los habitantes del pueblo que aparecen merecen la pena, incluso los que caen mal. Tenemos a la anciana e impetuosa Armande (ha sido mi personaje favorito), Josephine, Roux, Guillaume, Caro y la propia Annouk, la hija de Vianne. Todos los personajes dotan con sus propias vivencias un sentido más a la historia. Lectura muy recomendada y con la que te vas a deleitar con las hermosas descripciones que hace la autora.

"Mi abuela fue denunciada por el púlpito local por atreverse a enviar a su hijo a una escuela secular en vez de a un colegio católico" Estas palabras las tomé del postfacio del libro. En esta sencilla frase puedo basar mi reseña. Las vivencias de la autora con una deliciosa abuela (yo tuve una de esas, alegre y hermosa) que creía en la magia (en la bonita, la de las señales que nos ofrece el mundo), que cocinaba manjares y rechazaba el conformismo y tenía un "descaro entusiasmo hacia la vida", han sido las causas de este maravilloso libro. Todo gira alrededor de una chocolatería que regenta Vivianne, una mujer muy singular que vive con su hija pequeña. Esta tienda de chocolate la abrió en un pueblo triste, gobernado y regido por las reglas de un párroco que ve en todo maldad y pecado, y vive instruyendo a su gente en base a ello (pobre gente). El chocolate es el "símbolo" que utiliza la autora como algo delicioso, que a todos gusta. Es el símbolo para atraer a esos pobre feligreses a entender que no hay pecado alguno en vivir, en amar, en compartir, en sentir, en disfrutar, la maldad es otra cosa, no "el chocolate"(llámese chocolate a las tantas cosas absurdas que en muchas religiones utilizan como psicología para someter). Harris dota a esta sencilla mujer de una sensibilidad preciosa, a ella se une la señora más vieja del pueblo, que por vieja es sabia y sabe que el triste párroco no es más que un solitario, aburrido, amargado personaje que trasmite en su sermón el miedo a las cosas lindas de la vida. Ejemplo: Incitaba a su pueblo a echar a los gitanos del río porque "no eran gente De Dios" y ahí está lo triste de las religiones: "sino eres como yo, estoy contra ti" y entonces adiós bondad, adiós Dios, y adiós humanidad. Increíble pero cierto (es en la totalidad, la clasificación que los aleja del verdadero amor al prójimo) Toda la historia es la lucha de contrarios, el pobre párroco intentando echar a esta mujer del pueblo, de "su" pueblo fiel, que por su culpa quieren comer chocolate y sonreír. Rivalidades y envidias (¿entre los creyentes? No te asombres, ¡claro! son gente de carne y hueso llenas de imperfección, el resto es mentira) y las trágicas consecuencias cuando alguien se atreve a cambiar algo en un pequeño grupo. Vianne fue muy paciente, logró cambiar muchas vidas de una manera hermosa. Muchos lograron abrir sus ojos y ver el mundo con nueva mirada, más limpia en realidad. Comenzó el pueblo a ser menos gris, más alegre. Hay escenas tan, tan hermosas, que las leería una y otra vez. Ver la gente que se ha odiado o separado por creencias absurdas, reconocer que no hay Dios más lindo que ese que hace que ames a los tuyos, llámese amigos, vecinos o familia, sin "clasificación" y sin etiqueta, cada quien como es. Siendo el amor el canal, no la diferencia. Es realmente hermoso como maneja el conflicto entre la indulgencia y la culpa. Habla de la magia, no de la absurda magia de hacer aparecer las cosas, sino la magia de las cosas cotidianas que esta pobre gente desconocía. En esta magia el pobre párroco veía lo siniestro, se negaba a aceptar que no había nada sobrenatural sino una calidad humana superior. Y así, pasó el tiempo y como se desarrolla la historia es algo que tienes que leer. Existe la película con Juliette Binoche y Johnny Deep, una delicia, un poco cambiada la historia del libro, pero el tema central es el mismo: un párroco que demoniza el placer y enseña a tener miedo de lo que sentimos y una Vianne tolerante, humana y hermosa. "El ejercicio de juzgar a la gente hasta convertirse en algo destructivo no nos hace mejores seres humanos" Hazte el favor y lee este libro. Es lindo, es el baño detrás de un día ajetreado, es el café de la mañana, es ver el sol salir y ponerse cada día. Ojalá lo leyera esa gente que ha aprendido a juzgar, a señalar. Ojalá lo leyera gente dominada por creencias absurdas (que ni saben que son absurdas) y les diera un poquito de "verdadera paz". Ojalá lo leyera gente que anda enojada, amargada, triste, separada y pone la religión como estandarte de su conducta. No hay diferencia entre esta gente y aquellos que siglos atrás hacían sacrificios por el dios del trueno. Es la misma historia, contada y amasada ahora por la modernidad. Hay nuevas formas de control, más sofisticadas, pero el discurso es el mismo: me bebo quien eres en nombre del dios del trueno (o la lluvia, tú elige. Hay para todos) Para quien quiere tener un dios hermoso (porque necesitamos respuesta a las interrogantes de la vida) les aconsejo leer al Dios de Spinoza. Es hermoso. Te dejo la liga. (https://www.cobas.cat/wp-content/uploads/2017/06/Einstein-DIOS-de-SPINOZA.pdf) Gracias Joanne Harris por tan precioso libro. Conozco gente que se ama, separada y enojada, que se dañan, y dicen que aman a un Dios. ¡Interpreta!

Una novela deliciosa de leer en todos sus aspectos: buena prosa, buena trama y buen mensaje, incluso buenas vibraciones.

Al estilo de como agua para Chocolate, e incluso el perfume, trae a los sentidos para desmenuzarlos y asociarlos con la literatura, con los estados de animo, personalidades, actitudes, preferencias de los personajes, Aunque la novela es mucho más que eso, trata el segregacionismo, el rechazo social a lo diferente, toca un punto de soberbia, es endulzado con este maravilloso dulce, y presentado con la amargura que puede brotar de el. Un libro mas de intolerancia ....soslayada?....no tanto Rico y recomendable, La película, mas apegada a los estándares visuales es también rica y disfrutable, Tentación y pecado, ...pues He sido tentado y soy un pecador.... De México para el mundo.... El chocolate por supuesto....

"Chocolate" fue la primera novela de la señora Harris que leí. Me encontraba en una librería que prefería por su catalogo enorme y excelentes precios, buscando algo nuevo que leer. En aquel entonces ahorraba durante uno o dos meses todo lo que podía para gastarlo en libros, y por desgracia no alcanzaba para mucho. Ese día mientras miraba las ofertas en un rincón solitario de la tienda algo me dijo , "date la vuelta". Detrás de mí encontré una torrecita de libros que acababan de llegar y ya estaban etiquetados. El libro era de buen grosor y estaba empastado en un color rojo quemado que no solo le sentaba maravillosamente al libro sino a mí también. Encantada me encontré con la palabra "Chocolate" en el título y era imposible resistirse a no tocarlo y tratar de saborear lo que las páginas revelaban. No podía hacer otra cosa que comprarlo. Desde entonces he leído la mayor parte de las novelas de la señora Harris, poco a poco para no gastármelas todas y quedarme sin su prosa elegante y deliciosa, sus misterios complicados y sus historias que son mis favoritas.

2019 Fue una deliciosa lectura, me encanta eso de que se mezcle la comida con la literatura, leyendo este libro fíjate que si cierras los ojos, puedes oler el chocolate. Solo ya con ver el titulo es apetecible su lectura. Son de esas lecturas que se quedan para siempre y al acabar la novela te quedara un fantástico sabor..

Una mezcla de erotismo gastronómico, liberación, represión conservadora y, en definitiva confrontación entre epicureismo bien entendido y lucha contra todo tipo de placer, considerado pecaminoso per se. Una delícia ver como se va imponiendo el enfoque liberador de la protagonista frente a la visión mústia de la vida del cura del pueblo. Hace ya mucho tiempo que la leí, pero la he recordado al leer reseñas de una novela parecida: Como Agua para Chocolate