En 1985, en plena madurez literaria, Atwood reunió una espléndida colección de cuentos en un volumen titulado Chicas bailarinas. Se trata de doce piezas de exquisita factura, donde la autora utiliza sabiamente todas las perspectivas, modulaciones y técnicas hasta alcanzar auténticas joyas, entre cuyos rasgos cabe destacar la agudeza y finura de la observación de los personajes -mujeres preñadas, estudiantes, periodistas, granjeras, ornitólogos, ex esposas y amantes adolescentes-, la perfección de los tonos -lírico, coloquial, distanciado, circunspecto, cómico- y la destreza de las resoluciones, que no ceden nunca a soluciones fáciles.
Año de publicación:2013
Chicas bailarinas toma su título de uno de los doce relatos cortos de que consta el libro de unas doscientas veinte páginas. La mayoría de los cuentos los protagonizan mujeres de distintas edades y que desarrollan diferentes situaciones vitales que tal y como se desenvuelve la lectura te acaban dejando una sensación de aburrimiento, depresión y melancolía. Sinceramente me lo podía hacer ahorrado. De esta autora he leído Alias Grace, muy bien, pero éste no lo recomendaría en absoluto.