CHARLOTTE

Mi último libro del maldito 2020 termina siendo una de las mayores y mejores sorpresas. Lo cierto es que yo no esperaba nada de él. Pero alguien, en alguna parte, se apiadó de mí y me compensó por haberme hecho pasar las de Caín todo el condenado año. Este libro es bello y conmovedor. Foenkinos toma todas las decisiones acertadas: escribe con palabras hermosas, cargadas de sentido. Lo escribe como era ella. Pasional,roto y bello. A su vez nos explica por que se siente tan conectado con Charlotte pero sin excederse. No se pierde hablando de sí mismo. Encuentra un equilibrio perfecto. Al fin y al cabo, lo interesante era la vida de ella. Y esta mujer...Dios mío. Esta mujer es de las que se te meten por dentro. Charlotte Solomon tuvo la desgracia de ser artista, de ser adolescente y encima de ser judía en la peor época y en el peor lugar: la Alemania nazi. Los degenerados estos que quemaban libros y escupian cuadros buscaban educar la percepción: la pintura debía ser perfecta, llena de rubios fornidos. Lo "mejor de la raza aria" (🤮). Por eso despreciaban el arte moderno con sus personajes rotos y poco convencionales.. y aquí tenemos a una fuerza arrolladora tan imperfecta como hermosa. Porque la pobre Charlotte creció acechada por un segundo mal, casi tan malo como el nacionalsocialismo: la locura. Su abuela su madre y su tía... todas ellas suicidas, con los genes envenenados... y la pobre Charlotte que parecía pudrirse como fruta madura. Hasta que un día se da cuenta que pintará. Pintará para no volverse loca, pintará para salvarse, pintará para no matarse. Una mujer así, una mujer que crea para no morir, que se brinda a sí misma con desenfado y desesperación, es una mujer bella, bella, bella y ...gracias a Dios eterna.

David Foenkinos escribe este precioso relato como él sólo es capaz. De manera directa, impactante nos conduce hacia el laberinto que es la vida de un personaje fascinante . Nos narra la vida de Charlotte Solomon, una joven pintora que tuvo una vida marcada por la búsqueda de la felicidad que no termina de consumarse. Rodeada de muerte , marcada por la soledad , el vacío y por la tragedia irremediable ésta estuvo tan presente en la mayoría de familiares que es como si su ADN determinara que en su destino estuviera escrito que no llegaría a ser feliz. Todos a los que quiso, se fueron de su vida demasiado pronto, como una condena imparable . La pintura la hace especial, la salva de sí misma, la utiliza para expresar su visión del mundo, escribir su historia, no mirar hacia la oscuridad que la persigue y de manera compulsiva pintará todo lo siente, todo lo que ama, para que no la olvidemos y para ser testigos de su obra. Tuvo tan mala suerte que su origen y estar en el momento y lugar equivocados la conducen irremediablemente hacia su propio túnel , vivir experiencias demasiado intensas, demasiado crueles. Leer esta historia me produjo un nudo de angustia, de rabia, de tristeza hasta el final pero lo recomiendo porque Foenkinos después de visitar todos los escenarios en la vida de Charlotte consigue crear una atmósfera atrapante, casi hipnótica y eso no es tan sencillo.

Foenkinos necesitaba expresarse, exhalar la vida que había absorbido de Charlotte, necesitaba sacarlo y mostrárselo al mundo. Y lo hizo, de un forma particular y hermosísima. Su escritura es distinta, él mismo lo dice “sentía la necesidad de poner punto y aparte para respirar” y lo entiendo, la vida de otra persona lo asombraba y cuando lo plasma, a mí me sucedió lo mismo. Su novela es sorprendente y la vida de ella lo es muchísimo más, y luego de todo lo sucedido nos preguntamos sobre las casualidades, el destino, o cualquier cosa que nos haga pensar sobre cómo todo está conectado para un fin. El fin de ella fue dejar su vida reflejada en sus pinturas, pero no unas diez pinturas y ya, no, mucho más, más de 700… Y el fin de él fue mostrarnos todo lo que sucedió antes, durante y después de dicha obra. Es espectacular, arte puro por donde lo mires. Tal vez, el mirar una pintura nos genere distintas opiniones, buenas o malas, pero el arte es justamente eso, sacar los pensamientos que uno lleva dentro, luego de enfrentarse a estos. Su arte, yo que no tengo ningún tipo de conocimiento sobre el arte en general, toma un peso más profundo y bello después de leer la obra. Pero qué se yo, este libro solo sé que me cautivó. Charlotte ha padecido la vida, y ha logrado mantenerse en pie. Uno va viendo, enterándose y preocupándose, cómo es que logró tanto, y cómo de increíble termina siendo todo. Su vida me ha dolido mucho, es muy dura a pesar de algunos lapsos agradables, pero en sí, esta obra, la profundidad de Foenkinos, la belleza y la delicadeza con la que escribe, me encantaron. Con golpes aplastantes pero completamente delicados, logra llegar a mí como lectora. Realmente lamenté no haberlo leído antes, pero me alegra haberlo hecho ahora.

Libro con una narrativa sencilla y preciosa, no así la vida de Charlotte que estuvo marcada por la tragedia familiar, lo que la hizo refugiarse en la pintura, y me pregunto ¿En algún momento el arte pudo haberla salvado de su destino?. Ojalá se den la oportunidad de conocer a Charlotte, yo la conocí en esta obra y le tomé cariño y me dolió todo lo que vivió.

Quinto libro que leo de Foenkinos y todos me han gustado! En este caso un hecho real durante el nazismo. Libro relativamente corto (lo terminé en un día) que te atrapa y angustia. Muy recomendable.

"Charlotte" es una novela corta impactante, que no dejará indiferente al lector. Ambientada durante el período de la segunda guerra mundial. David Foenkinos narra extraordinariamente la vida de la pintora judía Charlotte Salomon. Con una prosa que engancha de principio a fin. La forma como está escrito, con frases cortas, transmiten un efecto brutal. Se muestra un mundo interior complejo y rico en matices. Otro aspecto interesante es que el protagonismo, en todo momento, es de Charlotte. Ella tuvo la mala fortuna de vivir en la época del exterminio judío. Además, de que provenía de una familia marcada por la desgracia. Una bella historia que merece la pena leerla.

Todo un descubrimiento , una maravillosa lectura, que no he podido dejar de leer hasta su final, después me han interesado los dibujos que realizó la protagonista y he estado recreándome en ellos, me han gustado mucho y algunas de sus obras poseen las características de Chagall, al que admiraba, o de Modigliani. Son tremendamente atractivos. También el autor del libro ha explicado que después de ver una exposición de Charlotte Solomon, no pudo dejar de pensar e interesarse por ella hasta que resultó imperativo escribir el libro. Y para ello tuvo que investigar, y viajar a cada uno de los lugares donde la pintora vivió, Berlín y la región de Villefranche-Sur-Mer, en el sur de Francia. Nos ofrece una obra en la que Charlotte está presente como mujer, como artista y por supuesto muy ligada a la parte de la historia que le tocó vivir. Gracias a la maleta que dejó al cuidado de su amigo y médico, que más adelante sus padres, supervivientes de la guerra, pudieron recoger, en la que se encontraba toda su obra, hoy se pueden admirar y disfrutar. El libro de Foenkinos es una excelente oportunidad para conocer a una gran artista, Charlotte Solomon, la pintora alemana de origen judío, que refugiada en el sur de Francia durante el inicio de la Segunda Guerra Mundial, comenzó a escribir su vida, la historia del gran amor, que tuvo que abandonar y sus extraordinarias pinturas. Nos encontramos una obra en la que el autor trata con absoluta delicadeza a su protagonista, a pesar de una historia dramática, nos presenta y construye a su personaje, Charlotte, inolvidablemente dibujado, muy frágil pero también con valor y firmeza, una historia que está impregnada de puro arte. El autor aparece también, en algunas ocasiones, para dirigirse al lector y tratar de explicar el uso de su estructura poética en todo el libro. Reconozco que al principio me quedé perpleja al comprobar que toda la obra, estaba escrita con la estructura de la poesía , sin embargo, muy pronto me gustó y me quedé solo con la historia que me contaba y me emocionaba. Absolutamente impresionante. Además hay fragmentos tan perfectos y memorables que no puedes dejar de sentirlos con intensidad. En cuanto a la forma, ya ni la notas. Pero también conocemos su respuesta: “Sentía la necesidad de poner punto y aparte para respirar/ Entonces caí en la cuenta de que había que escribirlo así”. E indudablemente, nos introducimos de lleno en ese gusto por el arte que despliega, y la pasión con la que presenta el estilo, la fuerza y la pintura de Charlotte. Algo fundamental es que el arte y su trabajo, es la única manera que tiene nuestra gran protagonista, inteligente y sensible, para intentar sobrellevar el sufrimiento tan intenso que la sobrecoge, y poder comunicarse y expresar sus sentimientos. Un libro tan conmovedor, tan genial, que, al menos para mí, ha sido mi gran oportunidad para poder conocer a la gran artista, ya que como ya he dicho, mi impulso inmediato ha sido la búsqueda en Google de toda su magnífica obra. Y qué buena es. Una gran artista que fue deportada a Auschwitz , con tan solo 26 años, donde desgraciadamente murió. Ha sido un gran acierto en todos los sentidos, leer esta intensa obra y conocer a una brillante y grandiosa artista, y todo ello se lo debo a @marenpergamino que fue la que me lo recomendó. INFINITAS GRACIAS.

No se que esperaba yo encontrar en este libro, aparte de a Charlotte que pintaba maravillosoamente después de leer algunas reseñas. Lo que si me ha sorprendido es la forma en que D. Foenkinos nos ha presentado esta historia. Sus frases cortas y a buen ritmo, poesía? No sé, lo dejo a los entendidos. Yo he sentido los trazos del lápiz en el papel, frenéticos incluso cuando no había tiempo, de esa vida corta pero no malgastada. Corto 120 pág. Cualquier momento es bueno. 28/01/2022