En esta obra, P. D. Ouspensky nos muestra dos facetas de su talento literario y filosófico. En su primer cuento, "El inventor" nos hace ver la irreductible dualidad que impera en este mundo y el escaso dominio que todo hombre tiene sobre las cosas que crea. En el segundo, "El diablo benevolente" vemos que entre la idea y la acción media un largo trecho, y que las mejores intenciones del mundo están también sujetas a la ley del desgaste. En ambos relatos, el Diablo nos mantiene bajo dominio gracias a nuestra tendencia a preferir los bienes materiales a los espirituales.