Catherine vive en París con su padre y, al igual que él, lleva gafas. Su madre vive en Nueva York y, al igual que ella, Catherine quiere ser bailarina. Obligada a quitarse las gafas para bailar, Catherine descubre de repente que puede vivir en dos mundos paralelos y diferentes: el que ve cuando lleva las gafas puestas, el mundo real. Y el otro, «un mundo de ensueño, borroso y tierno», el que ve cuando no lleva puestas las gafas. Frente a las rarezas y los misterios de los adultos, Catherine empezará a sacar provecho de ese poder que solamente poseen los niños con gafas: mirar de cara a la realidad... o no.
Ayer, cunado fui a la biblioteca a devolver el libro "Un combate: Con ilustraciones de Sempé" de Patrick Süskind, le comenté al bibliotecario que me habían gustado mucho las ilustraciones y me dijo que había un cuento de narrativa infantil escrito por el Premio Nóbel Patrick Modiano también ilustrado por Sempé que era muy bonito, así que se lo pedí y me lo llevé a casa. En verdad que es una historia muy bonita y emotiva, con unas ilustraciones magníficas. Una profesora de ballet que tiene una academia en Nueva York, al ver que una pequeña alumna se quita las gafas y las deja en una silla antes de empezar la clase, recuerda sus años de infancia en París, cuando vivía con su padre y su madre estaba trabajando en Estados Unidos. Ella también se quitaba las gafas cuando iba a clase de ballet porque con gafas no se hace ballet. Catherine vive en París con su padre y al igual que él, lleva gafas. Su madre es bailarina y está trabajando en Nueva York en una compañía. Al igual que ella, también quiere ser bailarina. Cuando se quita las gafas el mundo es diferente, un mundo de ensueño, borroso y suave; cuando se las pone, el mundo vuelve a ser real, con asperezas. Una historia preciosa y emotiva, contada con los ojos de una niña que, cuando no lleva las gafas, vive en un mundo de ensueño y fantasía. Un relato de los tres años que vive con su padre mientras organiza y liquida sus negocios y su madre está trabajando en la otra punta del mundo. Un relato escrito con maestría e ilustrado magníficamente que hará las delicias de pequeños y mayores. ¡Muy recomendable! ¡Feliz lectura! 29 de diciembre de 2022
El mundo, cuando lo veía sin gafas, ya no tenía asperezas, era tan suave y tan acariciante como una gran almohada de plumón en la que apoyara mi mejilla, y acababa por dormirme.