CATEDRALES

Una joven de diecisiete años aparece descuartizada y quemada en un descampado. No hay sospechoso y treinta años después su crimen sigue impune. La vida para la mayoria de su familia se detuvo en ese momento. Ya nunca volverían a tener el mismo trato. A través del relato de los que se relacionaron con la jovencita, iremos descubriendo cómo era ella y todos los que la rodeaban: su padre, madre, hermanas, su amiga Marcela, su amante misterioso... y llegaremos a un final que no nos dejará en absoluto indiferentes. Las catedrales símbolo del esplendor religioso, del apogeo de una creencia, fueron construidas gracias a la sangre, el sudor y las lágrimas de los creyentes. Tal cual construye Piñeiro su imponente novela, ladrillo a ladrillo, palabra a palabra, basada en hechos actuales, en creencias y prejuicios que están más vigentes que nunca y, sin embargo, son tan antiguos como el ser humano. Por poner una pega, el final puede que lo veas venir desde el segundo capítulo pero no por ello deja de merecer la pena su lectura.

Este libro tiene críticas, puntuaciones y reseñas muy dispares. Y se entiende porqué. La historia es un poco intrincada y los factores que se combinan para dar lugar a la narración son demasiados y hasta retorcidos, pero si uno acepta esa realidad que se le presenta entonces te encuentras con un gran libro. Contado de manera magistral desde puntos de vista tan distintos como la autora fue capaz de crearlos y darles voz, este rompecabezas se va armando de una manera un tanto peculiar, siempre dejándote con ganas de saber un poco más. Los temas aquí tratados prefiero no enumerarlos y que los vayan descubriendo, pero son muchos, muy fuertes y contados con mucha pericia, acá se nota algo que Piñeyro hace muy bien al momento de encarar un libro que es informarse a la perfección de aquello sobre lo que está escribiendo. Para mí una gran historia, fuerte y universal. (Hay referencia al cuento "Catedral" de Carver cuya lectura recomiendo mucho)

Una historia muy interesante en la cual no hay un protagonista específico, mientras lees te encuentras con siete personajes el cual cada uno corresponde a un capítulo y la narrativa es un monólogo. Te encuentras con una tragedia familiar que fortalece la división de esta por causa de los dogmas de la religión, que conllevan a un paralelo entre el ateísmo y el fanatismo religioso. Una tragedia que no fue fácil de superar para cada uno de los personajes después de treinta años a pesar de que siguieron con sus vidas. Cada uno a su manera creo su propia Catedral. Reflexiones personales sobre la culpa de cada uno por lo sucedido y la voluntad de Dios.

Somos impredecibles. Ante un mismo hecho las reacciones y las actitudes son tan diversas como actores haya en la función. A raíz de un hecho luctuoso, los protagonistas, irán relatando cómo vivieron ellos esa situación, el efecto que les produjo y si pudieron o no continuar con su vida, con el plan que tenían previamente establecido. Es una lectura ágil y entretenida, el libro engancha. No ha sido muy difícil llegar a ciertas conclusiones y rápidamente te haces una idea de por dónde pueden ir los tiros. Una vez reposada la lectura y tras recapacitar un poco la historia, creo que aunque el hecho principal sobre el que todo gira es ese trágico suceso que mencionaba al principio, lo importante son los temas que se cuelan alrededor y que la escritora pone encima de la mesa, como la familia, las apariencias y  en mi opinión, el más importante de todos ellos, la religión.  Resulta muy interesante como la religión puede ser el salvavidas de una persona, algo que realmente le da paz y seguridad; y por otro lado ver cómo se moldea a las necesidades del consumidor.  Siete puntos de vista que nos irán dando pistas sobre lo ocurrido y que nos ayudarán a entender o no, las actuaciones y motivaciones de cada uno de ellos para actuar como lo hicieron. La sensación final es que me han faltado páginas, me hubiera gustado conocer las reacciones de alguno de los protagonistas ante las informaciones que finalmente llegan a sus manos. No nos dejemos influenciar. Debemos tomar nuestras propias decisiones y que nadie ejerza nunca sobre nosotros semejante poder que nos cohíba a la hora de elegir. 

Catedrales es un libro publicado en el año 2020 y escrito por la argentina Claudia Piñeiro. Lleva este título por unas palabras de Borges:"¿ para qué vivir de obras de arte ajenas y antiguas? Que cada hombre construya su propia catedral "y por un cuento de Carver. En esta novela, se narran desde los diferentes puntos de vista de varios personajes, unos hechos que ocurrieron 30 años antes: la muerte, descuartizamiento y cremación de Ana Sardá, una joven de diecisiete años de una pequeña ciudad Argentina: Adrogué. Este acontecimiento marcó de forma diferente a los distintos personajes, pero nadie consiguió ser el mismo desde su muerte. Poco a poco, iremos descubriendo el quien y el porqué de los sucesos. El libro, además de ser policiaco, trata sobre otros temas, como el fanatismo religioso, cómo hay personas que ponen la religión que les han enseñado por encima de todas las cosas, o los lazos familiares, amén de otro tema fundamental que no desvelaré para no hacer spoiler. Me ha gustado bastante la novela, aunque no me ha costado mucho desvelar qué sucedió antes que ocurriera. Sí es una novela recomendable.

Me quería tomar mi tiempo para reseñar este libro, para analizar objetivamente mis pareceres sobre él. Al momento de terminarlo, no me gusto y pasado un tiempo... tampoco. La trama gira en torno la muerte de Ana Sardá la menor de tres hermanas de una familia conservadora y como, 30 años después, las heridas siguen abiertas dentro de su entorno mas cercano, por ello la historia la vamos a conocer a través del punto de vista de diferentes personas que estuvieron en la época en que sucedió el hecho. Ahora bien, ¿Por que no me convenció? siento que el libro no termina de desarrollar correctamente los sentimientos de cada uno de los protagonistas, queda todo a la mitad. Ese es el principal problema del libro. Otra cosa que no me gustó es que la autora hace una bajada de linea importante respecto de su pensamiento y acomoda la trama a ello. Evito 2 cosas respecto de esto. 1) No juzgo si es correcto o no su pensamiento, ya que este no es el lugar para hacerlo. 2) No quiero ahondar mas sobre ello ya que puede afectar la trama del libro. Solo decir que si la autora buscó realizar una critica social, a mi criterio, no le salió y solo le quedó una bajada de linea burda sobre su pensamiento respecto de ciertos temas que se tocan en el libro. Por lo que, como resumen, el libro es un constante "quiero pero no puedo".

Segundo libro que me leo de Claudia Piñeiro y me vuelve a encantar. Esta mujer sabe cómo indignar y emocionar a partes iguales. Tiene tan claro su mensaje que lo transmite a la perfección. Sus personajes están realmente bien definidos y se te meten en la piel, sufres por y con ellos. Retrata muy bien las miserias del ser humano, sus sentimientos más mezquinos y verdades ocultas. En esta ocasión hace una crítica feroz a la Iglesia y el fanatismo religioso, todo lo que lo rodea y hasta dónde son capaces de llegar los que se amparan en esta institución para justificar cualquier acto. Indigna la sangre fría que demuestran sin sentir ningún tipo de remordimiento por el dolor que puedan causar a su alrededor. Es un libro que merece muchísimo la pena, que no deja indiferente y que da para horas de charla. Excelente conjunta con Monte y Mamen 😘

El recurso literario o corriente narrativa de esta novela es arriesgada porque es fácil cometer algún error. El sistema de ver la misma historia por diferente personajes a mí particularmente me gusta bastante, pero ésta en particular se me ha hecho algo pesada en algunas partes. El fondo del libro es bueno y te plantea muchos dilemas, en principio es una crítica feroz al fanatismo religioso y abandera de manera plena los derechos de la mujer aunque su personaje se aborde de una manera algo excelsa. Por otro lado aunque al lector (en mi caso) le queda muy clara las posturas de un lado y otro, se insiste demasiado en justificar las partes opuestas, y es posible que ese haya sido mi lastre. Me quedo con una frase de mi personaje preferido que es Marcela, y dice : "La verdad que se nos niega duele hasta el último día".