La dramática figura de Catalina de Aragón merecía una biografía como ésta. Hija de los Reyes Católicos, embarcó a los quince años para Inglaterra, para ser, sucesivamente, esposa de Arturo, príncipe de Gales, y de su hermano, que en 1509 se convirtió en Enrique VIII, rey de Inglaterra. Catalina compartió el trono durante veinticuatro años y gobernó el reino mientras su marido hacía la guerra en Francia. Hasta que Enrique, al que no había conseguido dar un heredero varón, hizo anular el matrimonio, enfrentándose para ello a la Iglesia de Roma, de la que separó a Inglaterra, con el fin de casarse con Ana Bolena. Marginada de la turbulenta corte de los Tudor, Catalina mantuvo una actitud digna y firme hasta su muerte. Giles Tremlett ha realizado un meritorio trabajo de investigación para ofrecernos, como ha dicho Kathryn Hugues,“una biografía documentada pero accesible”, donde trata, ante todo, de descifrar la verdad humana de un personaje atormentado y complejo.