Caroline Baldwin tiene una cita en Nepal con Gary Scott (agente del FBI dado por muerto al final del tomo 7). Éste debe traerle medicamentos y apoderarse de los restos de un OVNI, robados a mediados de los años 50 en Roswell. Por supuesto, la CIA está también tras la pista, y Caroline se ve involucrada, como de costumbre. Las historias inquietantes inventadas por Taymans nos suscitan a menudo dudas, y nos hacen cuestionarnos aspectos del mundo actual, de los engranajes de los poderes que los mueven, y de las artimañas de sus gobernantes... Es, precisamente, esta hábil mezcla de ficción y realidad lo que dota a la serie de su fuerza y su personalidad.