Para Paul Valéry (1871-1945), la poesía es la más hermosa de las técnicas creativas y la más difícil de todas las artes, y un poema no es un verdadero poema si no es bello. Los hechiceros versos de "Cármenes", sus veintiún "ejercicios" mágicos fueron compuestos en un estado de agudo virtuosismo, entre un mundo palpable, visible, y un reino de abstracción intelectual.