Cuando una compañera de clase le dice a Carla que la ha dibujado y la va a pintar de color rosa, ella se pregunta por qué unos somos rosas, otros marrones, otros amarillos… Al final entre todos llegan a la conclusión de que es una suerte que seamos todos distintos, ¡si no el mundo sería muy aburrido! A partir de 3 años. Carla tiene una imagen fresca y actual, y sus razonamientos son cercanos a los de los más pequeños. Una nueva historia cotidiana y divertida, para aprender con naturalidad.