CARBONO ALTERADO

Dividiré mi reseña en dos partes, una relacionada con la historia y otra con la narrativa. Más allá de las críticas que puede haber hace un tiempo que llevo tratando de reconciliarme con el que fue muchísimo tiempo mi género más amado: la ciencia ficción, y este libro sigue acercándome a la línea en la que torceré el brazo diciendo que nuevamente hay autores que resalto como bastante buenos en este ambiente. He amado la idea de la DH, sus conflictos éticos y sus ensayos pro y contra ciencia y su contextualización en un futuro en el que la humanidad ha literalmente degenerado en pos del egocentrismo. En relación a su narrativa el ritmo también me ha gustado, esos saltos temporales de fhashback y las descripciones mantienen una línea muy interactiva pero que suma melodrama en una medida justa y bien pensada. Es cierto que hay ciertos aspectos descriptivos que no suman y que en su intento de erotismo no terminan de cuadrar, pero en el conjunto no pensan ni remotamente lo suficiente para restar puntos a una historia bien contada y que se instala como promotora de una visión cuestionadora de nuestra esencia no tan "humana" de las cosas.

Ciencia ficción de la buena.

Me ha gustado. Pero siempre hay un pero que fueron ciertos momentos anticlimax donde la narrativa se vio afectada.

El libro me ha gustado mucho. Destacaría tres aspectos: El de la Sci-Fi,creando una sociedad futurista creible en la que la muerte no tiene por qué ser definitiva. El aspecto de novela negra, con una investigación en la que un presunto suicida contrata a un investigador para demostrar que no se suicidó. Y otro, que se podría llamar filosófico, sobre las consecuencias de ese tipo de inmortalidad, con más "consciencias digitales" que cuerpos en los que reenfundarse y lo que eso conlleva. Da que pensar.

Muy buen libro de ciencia ficcion, muy bien pensado la manera en que el ser humano puede trascender a su cuerpo fisico y vivir casi eternamente.

Está totalmente escrita en un estilo ciberpunk. Verdaderamente ciberpunk. Desesperadamente ciberpunk. Las premisas de la historia son muchas y son bastante imaginativas: en un futuro (siglo XXV), la humanidad ya se ha dispersado por toda la galaxia, supervisados y coordinados por la ONU. En este futuro ya no existe la muerte como la conocemos, todos los humanos digitalizan su conciencia y se almacena en discos de almacenamiento que se insertan en la pila cortical, zona operada en la nuca del cuerpo. El humano en sí, su personalidad, memoria y experiencias, conocimientos y hasta sentimientos están en el disco, el cuerpo es intercambiable y se le conoce como funda. Con estas premisas, el autor desarrolla una trama bastante compleja: un millonario terrestre ha muerto (ha sido re-enfundado, por supuesto, así que la muerte apenas es una molestia menor), la policía ha clasificado el caso como un suicidio, pero el millonario clama que ha sido asesinado, así que contrata a un excombatiente de las Brigadas de Choque de la ONU (equivalente a los cascos azules) que ha sido detenido y almacenado (equivalente a encarcelado, pero su único castigo es que guarden su disco personal sin posibilidad a re-enfundarse). Con todos estos elementos, Richard Morgan, el autor, usa una narrativa agresiva, dura, donde el lector tiene que poner toda su atención, toda su astucia y malicia para poderle seguir los pasos al héroe y a la acción, a las situaciones y lugares tan raros y extremos, violentos y oscuros, hipersexuales, pero increíblemente rijosos. Y en algún momento de la historia, el autor mismo, no satisfecho con todos sus elementos y narrativa ciberpunk, retuerce todavía más una trama ya torcida, incluye muchos personajes que mueren, pero no mueren, donde hay algo que se llama Muerte Real (destruyen el disco o pila cortical y todos los respaldos que pueda haber), hay muchas pistas falsas, rodeos muy grandes tratando de investigar un aspecto de la trama (y donde el autor se da vuelo narrando y describiendo todavía más escenarios, personajes y situaciones ciberpunk)..., bueno, el autor continua creando un ambiente de confusión y ahogo para el lector, donde, después de un tiempo, ya lo único que quiere es que la novela termine y se descubra y desenrolle la trama, sin tantos retruécanos, de ser posible. A su favor hay que destacar que está muy bien escrita, y el estilo jamás decae. Para los seguidores del ciberpunk que quieran que el ciberpunk les salga hasta por las orejas y que, tal como yo, siempre esperan algo mejor que el ciberpink.