Goya, el más fiel cronista de su tiempo, cede a los apasionados caprichos de tres de sus musas sin medir las consecuencias de estos desatinos. La condesa-duquesa de Benavente, la duquesa de Alba y la condesa de Chinchón, como el reflejo de la sabiduría, la seducción y la dulzura, resucitan en esta novela para guiar al lector por el languidecer del siglo XVIII y el convulso nacimiento del XIX.