Este volumen reúne la producción poética de los últimos veintinueve años de esta poeta peruana que, fiel a su rigor ético y a su ascetismo estético, se ha negado tanto a ensayar nuevas experiencias formales como a aceptar los códigos de la no-significación, pues su poesía es y quiere ser una poesía comunicativa.
La inasible, impermeable, insondable, certera, ambulatoria, seminal, vislumbre, dura y blanda, extrema, nubosidad y destello, yambo y opiacea visión de las orillas a las que el hombre acude cuando el centro está fuera de si, laberinto y azar, humareda cerrada a lo lejos, como cuando el que se va se eleva al cielo en forma de polvo, más polvo enamorado...Todo eso y mucho más suena con melodía de arroyo secreto en la poesía de Blanca Varela. Solo con poesía es posible reseñar la poesía de Blanca, solo el agua se ve a sí misma detrás de su transparencia. La palabra es luz que no está para quien, ciego de realidad, impunemente declara que la poesía no existe. Tamaña oscuridad es apocalíptica. Qué poemas... Encantado de haber leído este libro.
En aire, tierra y cielo, en mí, en ti, en nosotros muere el invierno (Invierno y fuga)