Una invitación al heroísmo, a la alegría, al entusiasmo, a la dignidad, a la fuerza, a la entrega, a la honestidad, a la sencillez, al misterio, a la amistad, al amor, a la ebriedad, a la fe.
«Yo me celebro y me canto, Y lo que asumo, tú lo asumirás, Porque cada átomo de mi cuerpo que me pertenece, también te pertenece».
Así como soy existo. ¡Miradme! Esto es bastante. Si nadie me ve, no me importa, y si todos me ven, no me importa tampoco. Un mundo me ve, el más grande de todos los mundos: Yo.
Y aquel que camina una sola legua sin amor, camina amortajado hacia su propio funeral.
Yo me celebro, y yo me canto Y lo que yo asuma tú tendrás que asumirlo Pues cada átomo de mi ser es también mío como tuyo