Se trata de poco más de 400 "quadras", algunas de ellas incompletas, que fueron recopiladas en el año que murió Pessoa (1935) y editadas póstumamente. La edición cuya portada se muestra tiene una traducción bastante buena de Jesús Munárriz, pero son también muy hermosas en portugués, aun sabiendo que el gran Pessoa había sido formado literariamente en lengua inglesa principalmente. Las quadras portuguesas son cuartetas octosilábicas de rima alterna, equivalentes a los cantares, canciones o coplas. El traductor hace un paralelo entre las quadras de Pessoa y los cantares de Manuel y Antonio Machado, contemporáneos y amigos de Pessoa, quien las denominaba "poemas perfectos de cuatro versos" y las consideró como la manera más portuguesa de escribir poesía.
Ya no sé más que querer, sólo sé quererte a ti; cayó mi alma en tus ojos, no la sé sacar de allí.
Le pregunté al corazón por su latir y llorar. Y entonces pasaste tú y lo sentí latir más.
Si cuando muera me acabo Y nada queda de mí, No te olvides de acordarte Que sólo te olvidé así.
Yo te entregué el corazón, Y tú, ¡qué trato le diste! Será por estar dañado que aún no me lo devolviste.