CAMPOSANTO

"Pues allá me fui, con una grabadora que compré gastando todos mis ahorros." Iker Jiménez me parece un buen comunicador, puede gustar más o menos en otras labores pero a la hora de expresar el periodismo de investigación puro de antaño, de carretera, manta y grabadora, era de los pocos que seguían convencidos de esa arcaica labor. Camposanto es su primera y última incursión en la narrativa de ficción, claramente deudora de los thrillers esotéricos de Brown, Benítez o Asensi. Más tarde de Javier Sierra, su compañero de fatigas. Un cementerio, el cadáver de un periodista y El Bosco como punto de conexión para iniciar una investigación de sota, caballo y rey. O lo que es lo mismo, documentación con trasfondo cultural, viajes, enigmas, aventura y misterio. La obra de Hyeronimus Van Aecken es tan rica, penetrante y oscura que cualquier narración bien documentada dejará enganchado a cualquier lector que decida apuntarse a este viaje por Toledo, Egipto o París. Si bien es cierto que la historia que propone Jiménez es interesante, existen puntos que necesitan un pulido. Es una obra claramente autobiográfica, el joven periodista (detective en ciernes y alter ego del autor) no logra empatizar, incluso crea reticencia por su vanagloria y engreimiento. Como suele suceder en estas novelas, necesitan de la implicación total del que lee para sobrepasar esas situaciones forzadas -que no inverosímiles, por suerte- que atañen el desarrollo. Camposanto es una novela interesante que sigue la pauta marcada por el género de aventuras culturales: buena documentación, misterios por resolver, historial del arte, enigmas religiosos, etc. Le lastran algunas descripciones algo pesadas, ciertas aptitudes inconexas en la elaboración del personaje principal y la poca diversidad que deja el formato narrativo en sí, demasiado a la sombra de su propio sector literario.

Aunque debo reconocer que al principio no me estaba entusiasmando mucho, conforme iba avanzando y descubriendo todo lo que el Bosco escondía, se me hizo más interesante. Me ha gustado, que no sabía que iba de este pintor, ni todo lo que rodea a sus pinturas, que ahí me ganó, porque no hay nada que me guste más que mensajes ocultos en cuadros o en obras de hace siglos. Me ha dejado con ganas de ver el museo del Prado, en mi próxima visita a Madrid, tengo la primera parada concertada. Mi error, por lo que creo que no me ha terminado de parecer fascinante, que lo he comparado con los libros de Javier Pérez Campos, que aunque no tiene mucho que ver, porque los de éste último son de casos paranormales y espíritus, creía que iba a contar historias de casos específicos en los cementerios, en los cuales hago necroturismo ( creo que le llaman así a los que vamos por gusto a los cementerios) a los monumentales y con cosas curiosas, tampoco me meto en cualquiera.... Pero bueno, me ha gustado, he pasado un buen rato y he aprendido muchas cosas del Bosco, del que pienso indagar mas

Esperaba un libro cuanto menos entretenido y, no solo lo ha hecho y con creces, sino que ha sabido recrear una atmósfera oscura e inquietante, manteniendo la tensión durante toda la novela. Misterio y terror a partes iguales. Recomendable.

Intrigas, espíritus y el más allá y los cuadros del Bosco. Buena mezcla, me ha gustado, sobre todo porque no he podido evitar ponerle la voz de Iker al protagonista, jeje

Quien me conozca un poco sabe de mi pasión por Hyeronimous (El Bosco). Ha sido una novela que me ha apasionado e intrigado a partes iguales.

Me ha sorprendido gratamente. Lo compré de segunda mano simplemente porque era de Iker y me llamaba la atención. Pero he de decir que escribe que da gusto. Un libro que atrapa desde el principio, y cuanto más avanza la novela, más te fascina el mundo del misterio que rodea la historia. Ficción basada en datos reales que hacen que tras terminarlo te pongas a investigar sobre ello Ma-ra-vi-lla