Una historia triste, que pretende ser ejemplar, con el habitual tono moralizante con el que Fernán Caballero impregna sus escritos y que vistos desde la perspectiva actual resulta, cuando menos chocante. Un marido que en nuestra sociedad sería tenido por un maltratador psicológico y una esposa que lo sacrifica todo por lo que ella entiende que es el bien de su familia.