Al ser interrogado sobre su raza, respondió: Mi raza soy yo, Juan Pajarero. Al pedírsele que explicara eso, agregó: Mi raza soy yo mismo. La persona es una humanidad individual. Cada hombre es una raza, señor policía. Entre las tradiciones mágicas y el modernismo escéptico, entre la fantasía y la leyenda, los cuentos de Mía Couto nacen de una tierra donde las reglas tienen su propia lógica: el continente africano.
Siempre buscando libros de otros continentes, llegue a este libro del escritor de Mozambique, Mia Couto. No es afrodescendiente y es un escritor que logra trasmitir en sus escritos, la música, el color de su país, en esta serie de cuentos. África en medio del colonialismo y donde el color de piel no deja de influir para bien y para mal.
Parecen dibujos, pero dentro de las letras están las voces. Cada página es una caja infinita de voces. Cuando leemos no somos el ojo; somos el oído
Al ser interrogado sobre su raza, respondió: — Mi raza soy yo, Juan Pajarero. Al pedírsele que explicara eso, añadió: — Mi raza soy yo mismo. La persona es una humanidad individual. Cada hombre es una raza, señor policía.