CABALLOS SALVAJES

Leo las novelas de Jeannette Walls de un solo tirón, no solo por la excelente técnica en la construcción de las historias que la autora maneja magistralmente, por el gusto que da leerlas en castellano (no se si atribuirlo a una buena traducción, o nuevamente, a la forma en que están escritas) y principalmente, por la profunda intimidad que comparto con sus relatos despojados de complejos, de traumas, de doble moral. Jeannette Walls mira a la realidad de frente y la disecciona con el nivel exacto de emoción y compromiso para que sea uno el que aporte, desde el otro lado, el de lector, la necesidad insoportable de empatizar con sus personajes, reconstruir sus viviencias de enorme congruencia histórica con su tiempo y su época, sin disculparlos por sus actos, sin perdonarlos por sus decisiones, sin juzgarlos por sus arrebatos, solo reconociendo, comprendiendo, deconstruyendo estampas de vida, y en fin, caminando en sus zapatos.

Esta es una de esas historias que no te esperas encontrar tan entretenida como en realidad lo es. Interesante de principio a fin, me mantuvo enganchada y hasta fue un poco graciosa por la situaciones que se iban viviendo. La forma de narración fue una de mis favoritas, me sentí transportada al lugar casi sin sentir que estaba leyendo. En definitiva uno de mis favoritos.

Después de leer el Castillo de Cristal. Caballos Salvajes es la perfecta precuela. Definitivamente mi saga favorita.

Con estilo ágil y sencillo Jannette Walls, nos adentra en la historia de su abuela, mujer de espíritu libre, tenaz y perseverante. Es una historia que atrapa desde el primer momento, es un libro que recomiendo ampliamente.