ATLANTIS AL borde del abismo, nuestros remos desnudos cortan las aguas hiperbóreas, tejiendo espirales ante la boca de Fingal. Navegando entre las piedras de la noche, más allá del umbral conocido, tras los tallos plateados con ramaje de obsidiana, hacia la tierra de los sueños. Donde los hurones, los osos y las martas, toman el té con los guerreros barbudos que custodian el monte sagrado. Mientras los delfines y los meros, bajo el malva lunar, tallan sillares fraternos para los iniciados de Stonehenge.