En el siglo IX, cuando viajar era sinónimo de aventura y riesgo, de confrontación y aceptación de otras culturas, cuando el viaje, en definitiva, nos acercaba más a nosotros mismos, Aidan, un joven irlandés del monasterio de Cennausna Ríg, es elegido para integrar un séquito de monjes que partirá rumbo a la fabulosa Constantinopla con el cometido de entregar al emperador un valioso presente, el Libro de Kells.