Relatos que narran historias de la China y el Japón, Florencia, Babilonia y el barrio de Flores. El cafetín es un laberinto. Nuestro destino es extraviarnos en sus encrucijadas. Pero algunos presienten una verdad aún más terrible: no se puede salir del bar… El afuera no existe. El Narrador de Historias está obligado a contar un cuento cada noche, a las doce. Nadie le presta atención. Amores imposibles de la provincia de Buenos Aires, ciudades lejanas gobernadas por jaurías integran el curioso repertorio. Pero el Narrador es también personaje de otra historia que lo muestra involucrado en una conspiración para salir del bar, del tiempo o del lenguaje.
Quizás uno de los mejores libros de Alejandro Dolina. Como casi todos sus libros, es de cuentos. Mezcla todavía personajes porteños presentes en Crónicas del Angel Gris, pero en este caso los combina con cuentos ocurridos en el lejano oriente o lugares remotos. Siempre con un nivel de ironía genial, con toques de imaginación borgeana, y con enseñanzas que valen tanto en China como en Flores. A mí me gusta Dolina y me gustó mucho este libro.
Un hermoso libro de Dolina poblado de personajes de lugares remotos, una versión globalizada de las famosas "Crónicas del Ángel gris", pero mejor, algunas historia son realmente muy buenas, si bien hace varios años que se ha editado, se sigue vendiendo, sin duda va a camino a ser un "clásico". Absolutamente RECOMENDABLE
"El éxito está en no comprender, en no advertir que no importa cómo se repartan las parejas. Ningún amor está por encima de los demás y todas las llaves están falseadas. Pero conviene no saberlo"
El camino del descreimiento suele ser éste: primero creemos algo de un modo literal. Después creemos que es en verdad la metáfora de otra cosa. Más tarde, descubrimos que toda metáfora es un capricho y entonces dejamos de creer.
"Los dioses y los oráculos se valen de historias maravillosas para hacernos comprender verdades simples"
El arte es la rebelión del hombre ante la malvada estupidez de los sucesos cotidianos"
"Ser rey es obrar continuamente sin sentido, es trasladar nuestro infortunio a otros miles"