Es un libro que hay que entenderlo en la época que fué escrito (fines del siglo XVIII y principios del XIX), pero que hay que hacer el esfuerzo de trasladarlo a nuestra cotidianidad para poder disfrutarlo, sino queda solamente como la admiración de algo interesante, pero sin sentirlo. Si le damos una oportunidad es un libro muy evocador, misterioso, terrible. Y el poema que le da nombre al libro (La balada del viejo marinero) es realmente atrapante.