Sinopsis de BAJAR ES LO PEOR

"...Se tanteó el pecho y camisa buscando cigarrillos. Encendió uno: la ceniza cayó en el agua aceitosa, flotó un instante y se hundió. Como no soplaba una brisa, podía hacer esos anillos de humo en los que era experto. Una chupada, una seguidilla de anillos perfectos, otra chupada y un anillo grande y otro chiquito que se metía dentro del primero. Asqueado, tiró el cigarrillo por la mitad. Tenía la boca pastosa de nicotina y el estómago revuelto por no comer."

10 reseñas sobre el libro BAJAR ES LO PEOR

Es la primera novela de Mariana Enriquez escrita a los 21 años. No es una novela sencilla, para conocer a esta gran escritora y empezaría por sus libros de cuentos que son tremendamente buenos. Este libro yo lo dejaría para más adelante, mas allá de eso, leyéndola se advierte su gran capacidad literaria. “Los barcos. Para él, los barcos nunca zarpaban, siempre estaban inmóviles, muertos, abandonados. Fantasmas gigantes, rodeados por la niebla del amanecer, una niebla que hacía que las cosas se vieran como a través de un vidrio empañado. Se tanteó el pecho y la camisa buscando cigarrillos. Encendió uno: la ceniza cayó en el agua aceitosa, flotó un instante y se hundió. Como no soplaba ni una brisa, podía hacer esos anillos de humo en los que era experto. Una chupada, una seguidilla de anillos perfectos, otra chupada y un anillo grande y otro chiquito que se metía dentro del primero. Asqueado, tiró el cigarrillo por la mitad. Tenía la boca pastosa de nicotina y el estómago revuelto por no comer. Casi inconscientemente comenzó a arrancarse las puntas florecidas del pelo mientras tarareaba <<Mambrú se fue a la guerra, no sé cuando vendrá>>. Iba a hacer calor otra vez; el sol empezaba a quemarle los ojos y, aunque Narval odiaba eso, nunca podía conservar un par de anteojos negros, siempre los perdía. Dio vuelta los bolsillos para buscar algo de plata. Encontró unas monedas y una papela. La idea era iniciar el día con un vino y un pico. Empezó a caminar y, aunque a la cuadra se dio cuenta de que le dolía demasiado todo el cuerpo, decidió seguir. En un kiosco abierto las veinticuatro horas compró un vino y con el vuelto se preparó para esperar el colectivo, odiando el amanecer casi tanto como la resaca que tenía encima. Un viaje interminable y el pánico de haber perdido las llaves que, después de cuadras y cuadras de revolver los bolsillos, aparecieron en el de atrás. El olor de su departamento se estaba volviendo insoportable y, además, tenía que cambiarse los pantalones de una buena vez. Siempre es tan complicado picarse sólo, pensó Narval, frunciendo la nariz ante el intenso olor a fritura que llegaba desde la calle y le daba arcadas. Sintió un sabor amargo en el fondo de la boca y aguantó las ganas de vomitar; siempre es tan complicado picarse borracho, pensó. La cucharita le temblaba en la mano, la impaciencia no le dejaba cargar la jeringa. Rió satisfecho cuando lo logró”.


Escogí este libro de Mariana porque no había leído nada suyo y me pareció coherente empezar por el principio. Se trata del primer libro de la autora argentina, escrito con tan solo 19 años y publicado a sus 21. En Bajar es lo peor, seguiremos el día a día de tres chicos de Buenos Aires en los años 90 con problemas de adicción, víctimas de la autodestrucción y el exceso. Más que una joya literaria, yo he encontrado una historia muy disfrutable en la que, aun haciéndose notar claramente cierta inmadurez e idealización en algunos aspectos de la sexualidad y el entorno de los personajes, me ha permitido conocer y entender un poco a Mariana Enríquez para leer sus demás obras.


Una historia que guarda cierto sesgo adolescente, quizá sea porque la autora lo escribió a muy temprana edad, con diálogos por momentos muy simples y personajes secundarios demasiado obvios. Todo esto no objeta que aparecen partes de la trama muy intensas, con Narval y Facundo haciendo interpretaciones profundas, a veces bajo los efectos de las drogas, otras menos. El erotismo y el sexo conversan durante toda la novela con una naturalidad en su expresión que ya caracterizan a la autora, no hay definiciones claras de género ni de prejuicios. Al final, los mejores capítulos.


La primera novela de Mariana Enríquez, "Bajar es lo peor", recupera características propias de la literatura del Romanticismo, más especialmente de la novela gótica. Personajes diferentes e incomprendidos, lugares sórdidos, atmósferas terroríficas, erotismo y pasiones desbocadas. Es como si la autora hubiera leído cualquier novela gótica y hubiera hecho una reescritura, pero en la Buenos Aires de los noventa. Los protagonistas son Facundo y Narval. Facundo tiene todas las características del vampiro. Toma todo lo que los demás puedan ofrecerle, pero no da nada. Es terriblemente hermoso e inalcanzable. Y su costado andrógino es un símbolo del poder absoluto que ejerce sobre los demás. Por su parte, Narval es un chico sin historia y sin futuro. Lo que lo mantiene unido al mundo es Facundo y la única familia que tiene son Ella y los Otros, personajes macabros que nunca llegamos a saber si son una alucinación o si son reales. Facundo y Narval se encuentran en un remolino de drogas, sexo, paranoia y miedo, que los lleva hacia abajo a un ritmo desenfrenado. Este remolino a veces los junta y a veces los separa, pero indefectiblemente los lleva hacia abajo. Y bajar es lo peor. Los dos personajes están signados por la decadencia. Pero en esta decadencia hay cierta belleza. Y Mariana Enríquez ha logrado con gran maestría plasmarla en su obra, valiéndose de descripciones sensuales y nostálgicas. ¿No les pasa, a veces, que se enamoran de las ruinas de un edificio antiguo, de las paredes descascaradas, de los pisos y techos crujientes? Eso es lo que me generó esta novela.


Es la primera novela de la autora, la sacó cuando tenía 21 años. Su escritura es consecuente a esa condición: bastante buena teniendo en cuenta que recién arrancaba. Se trata de un súper drama, mezclado con ciertos mambos místicos. El contexto son los años 90 en Buenos Aires. El personaje principal es Facundo, un pibe de 22 años, exageradamente hermoso. Después están Narval y Carolina. El mundo entero se enamora de Facundo, no importa sexo, edad, ni raza. El problema va con que el pibe es un bardo, se prostituye y casi todo le importa un huevo y medio. La relación entre ellos tres va y viene en una combinación de sexo y drogas y, yo diría, problemas psiquiátricos. No hay ni uno solo que no tome merca. Dadas esas circunstancias, les pasan cosas de mierda a cada rato porque viven en una nube de pedos constante. El final es trágico (obvio). Imposible que alguno de estos terminase bien. Se lee muy muy rápido y vale la pena conocer desde dónde arranca una escritora con la talla de Enríquez.


Salir a la calle, tomar cocaína, entrar al boliche, coger, morir de paranoia. Repeat.


Ay no, yo leí este libro por puro morbo a causa de un Tiktok bien amarillista, y, oh, Dios. Es decir, el libro no tiene problemas, más allá de que dos o tres veces da alto cringe, pero Mariana Enríquez, incluso como una escritora novel demuestra la calidad impresionante que tiene como escritora. La narrativa es, bueno, se nota que la Enríquez que ha escrito cosas como Las cosas que perdimos en el fuego o Nuestra parte de noche está ahí, poco a poco evolucionando. No es pesada, de ninguna forma, la pluma de la autora, al contrario, es muy sincera, con un carisma del que no suelen gozar los escritores que ya están bien asentados. Además los personajes, todos atormentados, de una forma u otra, pero locos por encontrar un lugar en el mundo, ser amados y libres, tienen matices interesantes. Pero es que yo soy muy sensible. Las escenas donde Narval se inyectaba me provocaban un picor en todo el cuerpo, sobre todo en los brazos, además sus alucinaciones son cada vez más angustiante en tanto que el se ve, progresivamente, incapaz de controlarlas en relación con su entorno. Todo este bajo mundo de la prostitución, la drogadicción y otros vicios son muy ajenos a mí y a lo que me suele gustar leer, así que sí, hubo un choque, Mariana Enríquez me sacó de mi zona de confort. Sin mencionar que, oh sorpresa, este libro, más que un terror urbano, es un romance gótico, y yo no conocía esa faceta tan cursi de la autora. Literal hay escenas en las que tu quedas como, ¡Pero qué romántico! Y eso es lo peor, la historia de amor de dos chicos marginales, Facundo, un prostituto, y Narval, drogadicto, y uno quiere realmente que ellos sean felices, pero, bueno, estamos hablando de la Enríquez, so... es realmente angustiante, horroroso, como puede haber esta belleza en lo decadente. Ahhhh, no sé si me gustó. Es decir, es un buen libro, pero no estoy seguro de como me siento.


Una obra tétrica e imantada. Sus personajes son abordados de manera clara y profunda, a excepción de uno que se merece un libro aparte. La historia te arrastra y, como dice una canción, te secuestra el estado de ánimo. Super recomendable


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FRASES DEL LIBRO BAJAR ES LO PEOR

Y es, por encima de todo, una tenebrosa y fascinante historia de adolescentes convertidos en ángeles caídos, en la que se entrecruzan la muerte y la belleza».


Publicado porjulia1955

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