Las calles de Gotland se han vuelto peligrosas, piensa la inspectora Maria Wern después de sufrir una violenta agresión a manos de un grupo de adolescentes. Y los acontecimientos confirman sus temores... El cadáver de una joven enfermera -decapitada, vestida de novia y con un macabro ramo de lirios en las manos- es solo el primer eslabón de una trágica cadena de asesinatos. La muerte parece rondar por la hermosa isla sueca dejando su sello inconfundible, una misteriosa letra K en el cuerpo de sus víctimas. La inspectora Wern tendrá que poner en juego todos sus recursos para resolver un caso perturbador y enigmático, marcado por la culpa, la locura y el rencor, y así devolver la paz a ese paraje sueco, tranquilo solo en apariencia. «Anna Jansson presenta un relato revelador y escalofriante, una novela de suspense de la más alta calidad.» Nerikes Allehanda
Una novela que empieza interesante y que atrapa porque lo personajes son creíbles, pero que al final decae por una resolución muy complicada. Suele suceder con muchos autores que por querer sorprender con un final inesperado terminan enredando la trama, hasta límites no muy creíbles. Pero se lee fácil