-Apostaría que tu madre te lleno la cabeza de fantasías antes de morir. Luego le hablaba de su porvenir. - Vendrá una época -afirmaba proféticamente-, en que las mujeres se ganarán el pan. No hay motivo para que una mujer no aprenda un oficio. Mira, por ejemplo -decía- Llegará el momento, no muy lejano, en que una muchacha como tú se ganará un sueldo y mandará al diablo al primero que quiera casarse con ella.