En 1908 Nikola Tesla detuvo a un extraño ser hiperdimensional en Tunguska, evitando que destruyera toda la existencia. Pero la criatura está destinada a volver, ya sea salida, literalmente, de la cabeza de H. P. Lovecraft o de una decomputadora cuántica. Por suerte Atomic Robo, con la ayuda de Carl Sagan, Jenkins y los científicos de acción de Tesladyne, estará donde y cuando sea necesario para evitar el fin del mundo.