Atala, o los amores de dos salvajes en el desierto... Ciertamente título y presentación más que racista, aunque la novela esta escrita con una infinita dedicación esmero y por momentos gran ternura, no deja de ser un fiel reflejo de su tiempo y su pensamiento Narra la historia de un cacique norteamericano, en la Louisiana Francesa, en la época de la conquista de America, mencionando que lo hace animado por “lo interesante que debe resultar para los franceses la matanza de la colonia de los Natchez en Louisiana,” Chactas, a quien ya desde un principio señala como “ un salvaje ya medio civilizado” que es hecho prisionero por una tribu rival, los Muscogulgos, inicia un enamoramiento con la hija del cacique Atala, hija mestiza de un español y la esposa del cacique. Atala lo libera y huyen juntos, ella convertida al cristianismo, no puede aceptar la realizacion del amor en tanto el no abrace tambien la religión, terminan encontrándose con un misionero, que los conmueve, pero aparece un elemento mas que impide su amor, un juramento, Estilisticamente preciosista, lenguaje suave y armonioso, no hay aventuras realmente, sin embargo, fue para mi una delicia leerlo, En absoluta concordancia con lo que me motivo, el haber visto una pintura de Girodet, que me conmovió, y despertó mi curiosidadad al respecto. Típica “ pintura” literaria si vale el término de la época y personalidad de Chateaubriand, en que el cristianismo renovaba su fuerza, tras la revolución francesa y sus excesos, tal como el menciona : “ He visto. Los peligros de la ignorancia y del entusiasmo religioso, tan opuestos a las luces, la caridad y el verdadero espíritu del Evangelio, los combates de las pasiones y la virtud en un corazón sencillo, y finalmente, el triunfo del Cristianismo, sobre el sentimiento más vehemente y el temor mas terrible....el amor y la muerte “
El arquitecto construye, por decirlo asi, las ideas del poeta y lashace perceptibles alos sentidos
¿Que servicio has hecho a tus semejantes?, Desventurado, solo veo pasiones en ti ...y te atreves a acusar al cielo.
Hombre, no eres otra cosa que un rápido sueño, no existes sino para el mal. No tienes mas valor que el de la tristeza de tu alma y la eterna amargura de tus pensamientos,
Ves humear esos bosques, secarse esos torrentes ,disiparse esas nubes, pues bien, crees que el que es poderoso a calmar esa tempestad. ¿ No lo será para calmar las tormentas del corazón humano?
Hay hombres justos, cuya conciencia esta tan tranquila, a los que no es posible acercarse sin participar de la paz que se exhala, de su corazón y sus discursos
Su nombre, su edad y la fecha estaban grabados al pie de aquel arbol...” Durará más que yo, y valdra siempre más que el escaso bien realizado por mí “