En los albores del siglo VIII, la sacerdotisa del castro de Coaña da a luz a una niña en una noche sin luna. Una profecía y una maldición sellarán el futuro de Huma, heredera de un don tan poderoso como aterrador.Al sur, en Recópolis, la gran ciudad fundada por Leovigildo, ocupada por los guerreros de Alá, el joven de estirpe goda Ickila es castigado al destierro y decide buscar fortuna en Asturias, el único territorio que aún resiste al poder de Al Ándalus. Los destinos de Huma e Ickila se entrelazan aun a su pesar movidos por una fuerza ancestral que les arrastra. Él entra al servicio del príncipe Alfonso en defensa de la Hispania cristiana mientras ella luchará con todas sus fuerzas para salvar a su pueblo astur, condenado a desaparecer en la bruma del pasado. Juntos serán indestructibles, pero una sombra amenazadora se cierne sobre ellos.
La novela me gustó mucho; creo que estaba muy bien documentada y ambientada y, pese a la cantidad de información que aporta, no se me hizo nada pesada, al contrario, me pareció muy fácil de leer. Sí debo confesar que me interesó bastante más la parte centrada en los astures y en el Castro de Coaña, tal vez por menos conocida.