ASTERIX 20: ASTERIX EN CORCEGA

Asterix en Córcega es uno de esos albumes que califico como "flojillos", entendiendo esto como que no está a la altura de las mejores aventuras de los galos, pero que es muy disfrutable y como siempre, encontramos mucho humor, y muchas referencias al pueblo corso. La historia empieza cuando en nuestra aldea gala reciben a sus aliados internacionales para celebrar el aniversario de la batalla de Gergovia, asi tenemos pequeños cameos de personajes de anteriores aventuras, Petisuix (Helvecia), Sopalajo Arriérez y Torrezno (Hispania), Buentorax (Bretaña)...y algunos más, la manera de celebrar este aniversario es que Panorámix ofrece a sus visitantes la posción mágica para que puedan ir a a aporrear a los romanos de los campamentos que rodean la aldea, sin embargo todos los campamentos están vacíos pues los legionarios se han marchado de maniobras sabedores de como son las celebraciones de los galos, todos salvo Pastelharum, que se ven obligados a quedarse para custodiar a un rehén, cosa que a nuestros protagonistas no les parece muy bien, asi el prisionero de nombre impronunciable, es conducido a la aldea, alli explica que procede de Córcega, tambien bajo dominio romano, excepto su aldea, que como la de nuestros galos, resiste al invasor, asi Asterix y Obelix (e Ideafix, por medio de una pequeña treta) viajan hacia Córcega para ayudar a Ocatarinetabelachitchix. A partir de aqui el viaje es una serie de tópicos muy bien hilados sobre los corsos, su susceptibilidad, sus navajas, sus quesos, su patriotismo, su mal pronto, sus siestas y su ritmo de vida más bien relajado. El complicadísimo nombre del prisionero corso, no es casual ya que responde al estribillo de una de las canciones más populares del cantante corso Tino Rossi, de hecho en un momento dado Astérix confunde el nombre con otra de las canciones "Marinella", al mismo tiempo el preso es reflejo del que probablemente es el corso más famoso de la historia, Napoleón Bonaparte, las poses y aspecto de Ocatarinetabelachitchix recuerdan mucho a cuadros e imágenes de Napoleon. Mención aparte para los cuatro ancianos que ven la vida pasar sentados y siempre dispuestos a un comentario jocoso y al plan de Obelix para llevar a Ideafix de viaje.

Genial como siempe