ASTERIX 18: LOS LAURELES DEL CESAR

Los comics de asterix y su parodia de la resistencia de un pueblo barbaro galo contra la disciplina militar romana siempre han sacado mi sonrisa. En esta ocasion tiene el capricho de hacer un estofado con laurel y claro para que ir al monte...ha de ser del cesar. Asterix y obelix repartiran tortas como panes por el dichoso laurel para el estofado.

Este comic tiene un desencadenante de trama bastante curioso, y que nos recuerda el peligro del alcohol y de las cosas que nos lleva a hacer. La trama no se inicia en la aldea gala como casi siempre: se inicia en Lutecia, Abraracurcix y Karabella, acompañados de Asterix y Obelix en papel de guardia de honor - porteadores de compras parisinas, de paso que Karabella se entrega a una vorágine de compras en la capital, nuestros protagonistas están invitados a cenar con el insoportable hermano de la mujer del jefe, Homeopatix, prototipo de snob, usa su dinero para aparentar y humillar a los que no lo tienen, tras una cena cargada de alcohol, en el que Abraracurcix y Obelix (ya vimos en Asterix en Bretaña que el alcohol no le sienta muy bien) están bastante borrachos y sometidos a las constantes pullas de Karabella, que le reprocha a Abraracurcix el haberla condenado a vivir en una aldea de bárbaros, y su hermano que le recuerda que con la gloria y el honor pasado no puede comprar el éxito monetario del que él disfruta, sin pensarlo demasiado, y ante el estupor de Astérix, el jefe acaba prometiendo a su cuñado algo que no podría pagar con todo su dinero, un estofado aromatizado con la corona de laurel de Julio César. Asi nuestros héroes, por culpa de una borrachera, acaban en Roma (genial las viñetas con Asterix dando la patada a la piedra que luego retrocede para ponernos en situación) con un encargo absurdo y potencialmente muy peligroso, pues deben entrar en el palacio del César para conseguir la corona. Asi acaban como esclavos en casa de Claudius Cualquierus (ya el nombre hace referencia a que este personaje es reflejo del cuidadano medio, empresario, esposa, hija pija, hijo alocado...) donde Asterix y Obelix son denominados "objetos delicados" Tras varias aventuras en la ciudad eterna, nuestros galos favoritos acaban consiguiendo la corona de laurel, para hacer el banquete con el estofado aromatizado con el laurel del César donde Homeopatix hace un comentario que no gusta a nuestros héroes y recibe un más que merecido sopapo de Abraracúrcix, que se llevaba aguantando las ganas de arrearle a su cuñado desde el inicio de la historia. Esta historia tiene un humor "ferpecto", si en la anterior historia, los romanos visitaban la aldea, en esta ocasión son nuestros galos los que se trasladan a la ciudad, gran parte de este humor recae en Asterix, ya que toma una serie de decisiones que parecen absurdas a ojos de todos pero que forman parte de un elaborado plan de nuestro galo favorito para cumplir el extraño encargo y aún asi siempre le acaba saliendo al revés. Este album refleja la vida cotidiana en la sociedad romana (espectacular el dibujo de Uderzo para reflejar la arquitectura de Roma, los muebles de la domus, incluso el vestuario romano...) Como cameo de famoso, en el puesto de venta de esclavos Tifus, hay un esclavo joven y musculoso, sospechosamente parecido a Stallone que imita poses de esculturas famosas, el discóbolo, el pensador... y la receta antiresaca de Asterix con resultados a lo Warhol. Esta historia es todo un disparate, un argumento absurdo que parte de una borrachera, pero que en realidad es un homenaje genial a Roma, sus ciudadanos, su arquitectura, sus leyes...y a la figura de Julio César y su gran importancia histórica...es como una segunda visita/homenaje a la ciudad eterna que empezaba en Asterix gladiador, primer album en el que aparecen los irreductibles galos en Roma.

Buen cómic!!