Heredero de cuanto le precede, el panorama artístico con el que se inicia el nuevo milenio es de una pluralidad ejemplar; no sólo por la convivencia de una multitud de tendencias, sino por el maridaje de los recursos más dispares y la hibridación de los conceptos teóricos que lo sustentan. Los años sesenta son el marco en el que se produce el estallido que da lugar a esa situación; es entonces cuando apracecen los "nuevos comportamientos artísticos" que darán origen a una multiplicidad de nuevas tendencias. De Andy Warhol a Cindy Sherman narra la gestación de esa pluralidad, es un recorrido desde los comienzos del Pop a los epígonos de la posmodernidad, un camino en el que los estilos se entrecruzan y los géneros diluyen sus fronteras hasta desembocar en la heterogeneidad poliédrica de la actualidad.