Relatos que entrelazan amores, desencuentros, amigos, tropiezos, aventuras, la búsqueda de una libertad imposible, el encuentro con el horror, la risa en el dolor, la inocencia de mostrarse irrompible y un disfraz que se cansó o de ser usado y no puede huir porque está adherido a ese ente que solemos llamar persona. ¿Qué hay debajo del disfraz? ¿Y si no hubiera nada? ¿Cuál es el precio de vivir con esa nada?
Un conjunto de relatos personales que saben llegar a la fibra interna del corazon. En muchos de ellos me senti partivularmente identificada,lo que logro que empatizara muchisimo más con la autora. Conocía a Magalí Tajes sólo por sus videos y su trabajo en redes sociales,pero logró sorprenderme de manera grata su capacidad narrativa. Siendo Argentina,como ella, todo el libro tiene un toque especial,ya que utiliza modismos y asociaciones culturales muy faciles de imaginar. Me encantó.
Es un libro que que contiene la vida de Magalí pero con un toque de reflexión. No fue el libro que esperaba pero sin duda que me dejó muchas cosas positivas.
La realidad es que, como ella menciona en la última página, no es el mejor libro que leí. Sinceramente encontré otros mejores. Pero me gustó muchísimo al sentirme tan identificada. Contó tanto de si misma que me vi reflejada. Hasta con situaciones muy personales, como la de Tiki. Es muy sencillo de leer y eso no lo hace menos valioso. Creo que es muy bueno a nivel sentimental, al menos para mí.
Es un libro que muestra más que una historia, te muestra la vida y como es la vida de alguien más que la tuya misma. Además te dan ganas de saltar al vacío y esperar tranquilamente hasta que algún día aparezca más que el vacío mismo.
No lo pude terminar, no se si es un gusto personal que no me gustó, pero sentí que era demasiado aburrido y poco interesante, en cambio Caos, su otro libro, si me gustó mucho más
Aprendiste a intentar cumplir las expectativas de los otros. Dejaste en un cajón lleno de polvo tbus sueños.
Es verdad que si no te querés vos, no te puede querer nadie. Pero hay algo peor que no quererte, y que no te quieran, y es no poder querer a nadie. No querer a nadie es un bajón.
Fue en esos tantos carnavales carioca donde me di cuenta que los hombres tienen una manera de decirte que sos fea, y es agarrándote los hombros en el trencito en vez de la cintura
Aprendiste a querer a alguien que no te quiere, y a despreciar al que sí lo hace.