Con la omnipresencia de la televisión, las imágenes de guerra y violencia son el pan de cada día, y el televidente se ha convertido en testigo de toda clase de atrocidades; por su parte, la prensa gráfica no se queda atrás: las imágenes más crudas y descarnadas copan cotidianamente las portadas de los periódicos. Susan Sontag, con su habitual lucidez, reflexiona sobre las terribles connotaciones que esto conlleva para la sociedad contemporánea. Un brillante repaso a la historia de la representación del dolor desde Goya hasta el 11-S.
Con la omnipresencia de la televisión, las imágenes de guerra y violencia son el pan de cada día, y el televidente se ha convertido en testigo de toda clase de atrocidades; por su parte, la prensa gráfica no se queda atrás: las imágenes más crudas y descarnadas copan cotidianamente las portadas de los periódicos. Susan Sontag, con su habitual lucidez, reflexiona sobre las terribles connotaciones que esto conlleva para la sociedad contemporánea. Un brillante repaso a la historia de la representación del dolor desde Goya hasta el 11-S.