Niccol Ammaniti, que ya haba abordado la infancia y la adole scencia en varias excelentes novelas anteriores, insiste en el tema, y lo hace combinando la ciencia ..ccin distpica, la narracin de aventu ras y la novela de iniciacin. Podramos encontrar aqu ecos de El seor de las moscas de Golding, o de Walkabout, aquella pelcula de 1971 d e Nicolas Roeg sobre una adolescente y su hermano pequeo perdidos en e l desierto australiano. En todos los casos tenemos un universo poblado exclusivamente por nios. Cmo sobreviven? Cmo se interrelacio nan sin la presencia dominante y represora de los adultos? Cmo a frontan los miedos y las incertidumbres?
Una epidemia acaba con todos los adultos; solo los niños sobreviven, pero no por mucho tiempo: nadie sobrepasa los catorce años, que es cuando la enfermedad se manifiesta en ellos. El resultado es un poco como El señor de las moscas de Golding, pero a gran escala. Con los años, el mundo se convierte en un territorio a veces vacío y otras veces hostil, donde los niños se las ingenian para sobrevivir buscando refugio y comida (cada vez más escasa, porque nadie la produce), ya sea solos, en grupos reducidos o incluso conformando tribus delirantes. Esta historia es una carrera contra el tiempo en la que Anna, que ya tiene trece años, emprende un viaje para rescatar a su hermano menor y abandonar Sicilia en busca de un lugar donde los adultos hayan sobrevivido y encontrado una cura. Es un libro con imágenes crudas de un paisaje devastado, lleno de cadáveres y que incluso a la naturaleza le cuesta reclamar. Y, sin embargo, Ammaniti encuentra destellos de una belleza extraña; con personajes que se mueven entre la inocencia y la crueldad, y explora ese momento crucial en que la infancia se acaba. Sin duda, una de las mejores novelas de iniciación que he leído.
Un mundo arrasado por un virus en el que los únicos supervivientes son niños. Éste es el punto de partida de una distopía que me ha sorprendido gratamente. Una novela interesante no sólo por el tema en si, que inevitablemente nos recuerda a El Señor de las Moscas, si no por cómo lo trata. Muy buena ambientación y recreación del mundo apocalíptico que hace que te sumerjas en esa sensación de tristeza, de desolación y de esperanza por encontrar una manera de salvarse.
Ahora entendía lo que era el amor, eso de lo que se hablaba tanto en los libros de su madre. Sólo se sabe lo que es el amor cuando nos lo arrebatan. El amor es sentir la falta.