El liderazgo basado en valores consiste en aplicar principios sencillos y conceptos profundamente humanos que son los que nos hacen más próximos a los ángeles. En definitiva, no es más que intentar mejorar nosotros mismos, ponernos al alcance de los demás, ser más comprensivo y saber que toda buena relación en la empresa arranca de lo más íntimo de nosotros mismos.