Libro bastante peculiar, que aúna muchos relatos de enfermeras españolas, contados por ellas mismas en primera persona, contando situaciones con las que se han encontrado durante sus largos turnos de trabajo. Diferente a todos los que he leído del tipo tipo, ya que no se dedica solamente a la parte graciosa, también denuncia muchas de las cosas que van mal en la sanidad española: Residencia de la 3ª edad, fuga de enfermeras, abandono de ancianos en verano..., y eso es lo que más me ha gustado. En estos tiempo de alerta sanitaria, ha quedado claro que tenemos unos profesionales tremendos, que, si nos basamos en los personajes que nos gobiernan, me atrevo a decir, que no nos los merecemos. Es una lectura amena, que he disfrutado y sentido mucho, lo recomiendo.