Este es el tercer libro de una saga que sinceramente siento que la autora ya está alargando en exceso y sin una base sólida para seguir haciendo más y más libros de ello. No negaré que quizá me habría podido creer que la historia se acabase aquí, aunque haya cosas que me han sobrado en los tres libros, pero es que saber que hay otros dos más ya me parece abusivo. La trama sigue el mismo patrón de los dos anteriores y no recoge nada novedoso que te mantenga enganchada y con la necesidad de seguir leyendo sin parar. En mi opinión la historia no era mala y tiene algunos puntos bonitos con mensajes necesarios y primordiales, pero no lo considero un motivo para hacer un libro entero donde contar ese mismo mensaje que podría haberse dicho en el primero o segundo. Los personajes tampoco me han terminado de convencer pero porque ya me aburre ver sus idas y venidas con discusiones a cada rato y reconciliaciones que llegan de la nada sin ningún tipo de evolución válida. Creo que ya los personajes empiezan a discutir en este libro por situaciones innecesarias que se podrían arreglar con hablarlo tranquilamente y como personas maduras luego de todo lo que han aprendido juntos. Pero siguen cometiendo exactamente los mismos errores que la autora aclaraba en los anteriores que "ya habían aprendido a dejar de hacerlo" y aquí te demuestran que no, que siguen igual. La narrativa no es mala pero siento que los pensamientos internos que son prácticamente monólogos de la protagonista se hacen muy abusivos ya. Además que van acompañados de un humor que tampoco me parece el más adecuado para la trama porque no pega con lo que luego están experimentando fuera de eso. En este libro me ha costado mucho avanzar leyendo esos pensamientos internos y las emociones que estaba sintiendo la protagonista. En resumen, "Amor loco nunca muere" es la tercera parte de una saga que siento están alargando hasta la saciedad. No me parece mal que la autora quiera extender la trama de sus personajes o darlos a conocer mejor si es necesario, pero a veces llega un punto que hasta la propia historia está gritando que es suficiente drama y suficiente sufrimiento. La trama es ya demasiado predecible porque la autora lleva usando el mismo patrón desde el segundo libro. Discusiones, celos, peleas, reconciliaciones, actitudes cuestionables y finalmentes se convierten en mejores personas aceptando el punto del otro. No digo que sea malo pero sí excesivo para mi gusto. Los personajes tampoco se quedan atrás y es que siento que tanto ellos como su romance está siendo alargado hasta la saciedad y ya apenas consigue convencerte en cuanto a su evolución. Sí que es cierto que al igual que me pasó con el segundo libro, en este hay momentos concretos que me parecían bonitos por los mensajes que trata de dejar la autora, pero son cosas tan puntuales que se recogen en cada libro que si los hubiese juntado en un segundo y darle el final ahí me habría bastado. Además que este libro parece el final de la historia por el último capítulo y en realidad hay más historia con otros dos libros más. La narrativa es fluida y relajada, aunque siento que el exceso de pensamientos de la protagonista a veces me agotaba un poco, ya que era como un monólogo interno que poco tenía que aportar salvo para darle cierta comedia a la historia.