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Sinopsis de AMERICO VESPUCIO

zweig desentierra en esta obra los motivos por los cuales Américo Vespucio dio su nombre a un continente recién descubierto, una historia de altibajos y errores que se convierten en verdades. Vespucio no era un mentiroso o un estafador; no pretendió ser un gran filósofo ni buscó la gloria de dar su nombre al Nuevo Mundo. La gloria la hizo la casualidad, un impresor que, a su vez, nunca soñó que daría a un desconocido tanto renombre.

13 reseñas sobre el libro AMERICO VESPUCIO

Escogí leer este libro por dos razones: primero por curiosidad. Para tener claro por qué diablos este continente se llama América y no Columba o Colombia o Cristobalia en homenaje al que hizo la hazaña de cruzar primero ese ancho mar que en la perspectiva europea y de la época sólo podía llevar al fin del mundo. La segunda razón es muy simple: porque lo escribe Zweig. Al bueno de Cristóbal se lo filetearon en parte por ser de la idea fija que había llegado a la parte de atrás de las Indias, a islas que le bloqueaban el paso a Japón, China, Cipango y todo eso. Nunca se planteó que tropezó con un tremendo continente. Y apareció por los palos don Américo que era diestro en documentar los hechos y publicó un pequeño escrito de 32 páginas que tituló Mundus Novus, todo un best seller en su época. O sea esos territorios descubiertos no eran Asia, era algo nuevo que estaba ahí. Aunque parece que ni siquiera eso escribió. Y si fue cierto, en estos tiempos, don Américo hubiera sido el equivalente a un exitoso escritor de masas y gran comunicador en las redes sociales. Así lo consigna don Stefan en este libro ameno, certero y bien escrito. Luego, llega un cartógrafo que muy creativo al dibujar los mapas, se le ocurrió ponerle América a esa torta aún informe que se estaba descubriendo, en homenaje al que primero habló del “Mundus Novus”. El resto es historia. Casi cuatro siglos de disputas de eruditos vespucistas y colonistas. Y cuando las supuestas proezas pasan según nos dice el europeo Stefan “porque los palacios de Moctezuma han sido saqueados y reducidos a ruinas, las arcas del Perú han sido vaciadas, todos los hechos y todas las vilezas de los conquistadores individuales han sido olvidados: la única realidad es América, una joya del mundo, una patria para todos los perseguidos, una Tierra, la Tierra del futuro”. Y a esa realidad le puso nombre don Américo. Por el azar y por una comedia de confusiones y un mar tan grande de equivocaciones como el mismo Atlántico. Entonces ¿Quién fue este señor Américo Vespucio? ¿Merece la gloria inmortal de que su nombre lo lleve el único continente con nombre de mortal? ¿Qué es lo que hizo y qué dejó de hacer? ¿Realmente escribió ese “Mundus Novus” vendido como pan caliente en que aseveraba que los indígenas que por allí estaban, vivían 150 años y que cometían incesto y canibalismo a discreción, las mujeres eran voluptuosas y “urgidas por un exceso de lujuria” yacían con los cristianos a la menor oportunidad? Vespucio falleció en Sevilla en 1512 sin saber que nos iba a dejar su nombre y la gloria compartida con su amigo Colón. Sí, porque fueron amigos hasta la tumba. Todo esto y mucho más lo cuenta magistral como siempre don Stefan, en esta crónica que parece una novela.


Muchas son las historias de Zweig que llenan mis alforjas. En su gran mayoría, relatos donde la hondura en la mente y condición humana están a la par con su inmensa capacidad narrativa y la belleza de su prosa. Incluso en algunos cuentos se permite la licencia de una fina y sutil ironia. Rara vez, pero ahí están. Lo que no podía esperar es que el prolífico autor austriaco tuviera la genialidad de aunar un ensayo con una comedia en cuatro actos. Es cierto que el experimento le queda un poco raro, pero no puedo negar que su "comedia de la confusión" es tan divertida como rocambolescos los errores que dieron nombre al nuevo continente. Errores que intencionados o no crearon una gran controversia por los siglos entre Colón y Vespuncio a sus espaldas y por los siglos de los siglos cuando en realidad entre ellos siempre existió una relación cordial. Y todo porque un impresor tocó una tecla equivocada, un gracioso cartógrafo puso América en el mapa ( literal) y un librito de 32 páginas "Mundus Novus" dio más que hablar que los amoríos de nuestro emérito Borbón. Américo y Cristóbal tienen en común que la casualidad les otorgó una fama mucho mayor de lo que ellos creyeron obtener. El descubridor porque pensó que llegó a China y que aquellos asiáticos eran ciertamente muy distintos a los conocidos. El comerciante, con un mejor sentido de la orientación si intuyó hallarse en un mundo nuevo pero nunca estuvo en su ánimo que este llevara su nombre. Zweig desmonta mitos y leyendas a basándose en el análisis de diversa índole y dando su particular visión con un estilo muy diferente al que nos tiene acostumbrado. Un libro interesante que, como cualquier texto histórico, no debes creer al cien por cien, pero que sirve para pasar un ratito divertido por aquella América a la que solo dios sabe quien demonios le dio el nombre.


Un error histórico o una serie de eventos circunstanciales le dieron la gloria a un hombre que no fue capitán, que no dirigió ninguna expedición y no fue el primero en descubrir el nuevo mundo y aún así este recién hallado continente llevaría su nombre. ¿Cómo sucedido esto? , pues este libro despeja esta duda con la excelente narrativa del autor aunado a su basto conocimiento de temas históricos que cautivaran al lector. Otro fascinante ensayo de Stefan Zweig.


Colón descubre un nuevo continente creyendo que había llegado a la tierra de las especias y Vespucio se da cuenta del error de Cristóbal Colón. Y aquí nos relata Zweig sí Vespucio fue el listo de turno que intentó arrebatar su mérito a quién se lo merecía o sí por el contrario surgió de errores premeditados o no de gente ajena a Américo Vespucio. Hable de lo que hable Zweig en sus obras, terminas enredado en sus redes. En su lenguaje pulcro y en su forma de narrar la historia. Escribe como los ángeles.


Interesante libro que explica porque América se llama América y no Colombia o Nueva España. Cuenta como un hombre común y mediocre por una serie de errores y confusiones pasa a la posteridad al recibir un continente su nombre. En el siglo XVI pensaban que Colón sólo había descubierto de casualidad unas islas pensando que había llegado a la India y que Américo Vespusio era un erudito que había descubierto realmente un nuevo mundo. En el siglo XVIII vuelven a darle credito a Colon y ponen a Vespusio como un farsante y mentiroso. Aparentemente ni uno ni lo otro. Las casualidades de la vida hacen que por una carta a su amigo Lorenzo de Medici en donde la titula un Nuevo Mundo, quede como el que le da nombre al nuevo continente. Como dice Zweig "America no tiene que avergonzarse de su nombre. Es el de un hombre honrado y valiente que, a sus cincuenta años, osó todavía atravesar tres veces en una nave diminuta el oceano inexplorado rumbo a lo desconocido. Al igual que Colón (de quien era amigo) murió pobre y como un total desconocido.


Acostumbrado a los magníficos textos de Zweig este me ha dejado un cierto regusto de decepción. Algo le falta para estar a la altura de todo lo que hasta ahora he leído del autor. Es evidente que aporta datos interesante, pero el novel ecléctico que quiere mostrar me parece un tanto forzado, como si hubiese que mostrar la inocencia revelada de la imparcialidad, de la ecuanimidad de Vespucio a la hora que su nombre fuese puesto a todo un continente que él en realidad no descubrió.


Maravillosamente narrado y “desmenuzado”. Una cadena de casualidades, equívocos , errores e intervenciones de manos anónimas. La mayoría a espaldas de Vespucio. Una comedia de enredos detrás de quien “descubrió” y de quien se llevó la “gloria del nombre”. Y Zweig lo narra aportando una escalonada claridad. Este florentino Américo Vespucio llega a Sevilla en mayo de 1492 – sutil ironía de la historia el año de su llegada a España - como empleado de la filial de la casa bancaria de los Medicis ( un empleado comercial !! ). Recién a sus casi 50 años ( sin casa, ni mujer, ni hijos) realiza tres viajes al nuevo continente. Una de sus cartas a un Médicis termina traducida al latín, "retocada" y se convierte en un “boom” con el nombre de MUNDUS NOVUS. Desfilan Bartolomé de Las Casas ( que se horroriza y monta en cólera cuando ve el nombre AMERICA, más aún cuando su padre había participado del segundo viaje de Colón); Servet ( la primera víctima en la hoguera de la inquisición calvinista es quien ve un asunto turbio  y poco claro detrás del asunto ); Martín Waldseemüller ( un geógrafo y matemático con un gran talento gráfico - de 27 años de edad - que es el primero en estampar “América” en un mapa en Cosmographie Introducto, impresa en 1507) . Colón muere en 1506 a los 55 años ( enterrado en Valladolid ) y Vespucio, a los 57, en 1512 ( enterrado en Sevilla ).  Ambos se conocían y habían hablado afablemente;  espíritu cordial que les faltó a sus biógrafos. La paradoja ? Uno lo descubre y no lo reconoce, el otro no lo descubre pero es el primero en reconocer que lo “descubierto” no es parte de Asia y que es un continente nuevo. Al primero la acción, al segundo la interpretación. Así concluye Zweig esta perlita de 124 págs.: “América no tiene por qué avergonzarse de su padrino de bautismo. Lleva el nombre de un hombre honrado y valiente que con 50 años de edad se atrevió 3 veces a cruzar el océano rumbo a lo ignoto … Y quizás el nombre de ´un hombre de la multitud anónima de los valientes´ cuadre mejor a un mundo democrático que el de un rey y conquistador”. 


Siempre muy buen relator, este libro de Stefan Zweig, es muy entretenido y que nos cuenta el caso de cómo América obtuvo su nombre y cómo se generó una de las disputas históricas más singulares y que me recuerda el caso de Tesla y Edison. Además, nos pone de manifiesto que los libros de historia no siempre son verdades absolutas y mas bien, son solo interpretaciones. Y que hasta Padre de las Casas puede equivocarse.


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FRASES DEL LIBRO AMERICO VESPUCIO

Cita Borrada 3


Publicado porAcabose

Afortunadamente, la Historia es una dramaturga extraordinaria y, al igual que para sus tragedias, también sabe encontrar para las comedias un brillante desenlace.


Publicado porMariano S

Sin eembargo, America no tiene que avergonzarse de su nombre. Es el de un hombre honrado y valiente que, con cincuenta años, osó todavía atravesar tres veces en una nave diminuta el océano inexplorado rumbo a lo desconocido.


Publicado porMariano S

Por qué America no se llama Colombia? El cómo sucedió es un verdadero desbarajuste de casualidades, errores y malentendidos. Es la historia de un hombre que, gracias a un viaje que nunca emprendió, alcanzó el inmenso honor de dar su nombre propio a 1/4 parte de nuestra Tierra.


Publicado porMariano S

Con solo dos palabras (Novus Mundus) con que él (Américo Vespucio) o el editor anónimo encabezó su carta,y gracias a los cuatro viajes (los haya realizado todos o no), entró en el puerto de la inmortalidad. Su nombre ya no puede ser borrado del libro mas glorioso de la humanidad.


Publicado porAmérico