¿Hasta dónde estamos dispuestos a sacrificar por nuestros trabajos, y sobre todo por nuestros jefes? ¿Es el trabajo tu capataz, tu amo, tu tirano? ¿Hay hasta en el cielo y en el infierno escalafones? Esta novela tiene una visión de la realidad de muchas empresas; una realidad neurótica y artificial donde se establecen lazos y relaciones absurdas y narcisistas. El trabajo te puede llegar a amargar hasta volverte loco y paranoico, es lo que le pasa al protagonista. César Miranda que ya no sabe si hablan a su alrededor o es su cerebro. Este hombre que lo tuvo todo. Y pese a ello no tiene nada. Esta lectura nos puede hacer reflexionar sobre lo que consideramos éxito y fracaso. Porque nuestro objetivo en la vida puede estar equivocado y la famosa idea de trabajar duro y darlo todo para conseguir el éxito no siempre puede tener un final feliz.
Qué forma tan brillante de penetrar en la mentalidad del empresario; del ser humano que empeña su tiempo en los negocios y que se encuentra sin querer en un contexto voraz que lo impulsa a sacar lo peor de sí mismo. Una gran novela que expone las miserias humanas sin maniqueísmos de ningún tipo.
Cesar se ha ganado el título de los mejores personajes que he leído, Atraves de la narración de su día a día, se va dibujando el ambiente triste y, hasta diaria, decadente de la vida del protagonista. Lleno de crítica social a lo que se valora y a quien somos devoto, con toques de comedia; se logra disfrutar la novela de principio a fin, metiéndonos de forma directa a la vida de Cesar, con un final que no se dota de explosiones o con viajes rumbo al atardecer, todo lo contrario, pues es simple y directo que hasta la fecha me sigue dejando un gran sabor de boca.