ALTURAS DE MACHU PICCHU / NERUDIANA DISPERSA

Neruda como poeta era un ser envidiable, dueño de la palabra, la tomaba como se toma cualquier cosa con naturalidad: la cuchara, el picaporte o el cepillo de dientes, y la transformaba en un hecho sin igual, un poema que cualquiera puede entender y sentir, pero también bello y de estructura maestra. No por nada fue el tercer latinoamericano en recibir un nobel, después de Mistral y Asturias. Sin embargo, si algo hay que reprocharle es no ser consecuente con lo que escribía. Por ejemplo, específicamente en este libro de Poemas llamado "Alturas de Machu Picchu", Neruda o debo decir Neftalí Reyes, hace una oda a la riqueza cultural del patrimonio Incaico y al monumento arquitectónico, hoy por hoy, desde el 2007, 4ta maravilla del mundo, Machu Picchu, pero, nunca fue. Escribió algo sin conocerlo, se enorgullecía de algo que no pisó ni le interesó conocer. Y no es de sorprender que muchos digan de él que fue una mala persona además discriminadora, no me consta, pero esa habilidad endemoniada para escribir tan bien de algo que no sientes parte de ti, es asquerosamente sorprendente. En fin, tal vez, arena venga por mí. Posdata: Volví.